Bilbao. Euskadi ya no cojea en ciencias, pero lograr la excelencia continúa siendo la verdadera asignatura pendiente del sistema educativo vasco. Este es el titular del Informe PISA 2012, el examen trienal de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que mide las competencias del alumnado de 15 años de 65 países y regiones. Pero el examen internacional más famoso ha dejado otras fotos, como la mediocridad de España, el progresivo retroceso de Finlandia (considerada como una de las mejores educaciones mundo) o la consolidación de los países asiáticos (especialmente Shanghai) como auténticas potencias, quizá porque las autoridades someten a sus alumnos a una intensa preparación de PISA.

En casa, Euskadi ha superado la media de la OCDE en las tres competencias analizadas: matemáticas, compresión lectora y ciencias, una materia en la que nunca se había llegado a ese umbral. Según la consejera de Educación, Cristina Uriarte, los resultados del informe constituyen "un reconocimiento" a la calidad del sistema educativo, aunque reconoció que "existe margen de mejora".

El rendimiento del alumnado vasco continúa sin acercarse al de países con un nivel de riqueza similar en términos de PIB y está por debajo del cabría esperar en función del dinero público que Euskadi destina a la enseñanza. Y es que, aun siendo con diferencia la comunidad autónoma que más invierte por estudiante (10.964 euros frente a los 7.861 euros en el Estado), varias comunidades autónomas con gastos inferiores están por encima en las tres competencias analizadas. Todo ello pone en cuestión, nuevamente, la eficiencia del sistema.

A pesar de haber bajado 5 puntos respecto a la prueba de 2009, Euskadi ocupa el tercer puesto (504 puntos) en matemáticas, por debajo de Nafarroa y Castilla León. Es la séptima comunidad en lectura y ciencias (498 y 506 puntos) por debajo de Madrid, Nafarroa, Castilla León, Asturias, Catalunya y Galicia. En cualquier caso, los resultados vascos superan el promedio de los países desarrollados y de España que, una edición más, no ha logrado alcanzar la media de la OCDE. Cabe destacar los excelentes resultados obtenidos por Nafarroa y Madrid, y más los de esta última comunidad debido a los recortes y al alto porcentaje de foráneos que estudian en sus aulas.

Se puede decir que el comportamiento del rendimiento de los estudiantes vascos apenas ha variado respecto al anterior edición de PISA (2009), a excepción de la significativa mejora de 11 puntos en ciencias (506), dando un vuelco a los mediocres resultados obtenidos hasta la fecha en el famoso estudio. En tres años se ha pasado del suspenso a estar al nivel en ciencias de países como Reino Unido, Dinamarca, Austria o Francia. A ello quizá hayan contribuido las iniciativas lanzadas por el Gobierno de Patxi López para mejorar los resultados, como los campamentos científicos, los programas de formación del profesorado, etc.

El otro lado de la moneda, el negativo, es el grado de excelencia del alumnado. Continúa estando por debajo de la mitad de la media de la OCDE. Solo el 4,8% de los estudiantes de Euskadi es sobresaliente, frente al 9,2% de la OCDE. No obstante, el número de alumnos rezagados es menor que la media de la OCDE (15% frente al 18%). La gran mayoría ha obtenido buenos resultados en una evaluación en la que se enfrentaron a distintos ejercicios, como calcular las personas que suben al Monte Fuji, entender una fábula de Esopo o explicar el efecto invernadero. En competencia lectora, los estudiantes tuvieron que leer la narración de la fábula y contestar a diversas preguntas, en creciente dificultad, que iban desde acertar con el orden de los hechos contados a escribir parte de un supuesto diálogo entre dos estudiantes que están comentando el sentido del texto. Y en ciencias se presentó, entre otros, un texto titulado El efecto invernadero: ¿realidad o ficción?, al que se acompañaba un texto y dos gráficos sobre la subida de la temperatura media de la Tierra y las emisiones de dióxido de carbono desde 1860 a 1990, con las opiniones de unos estudiantes.

España pierde equidad El último informe PISA, además de confirmar los malos resultados de España, advierte de una pérdida de "equidad" del sistema, una de las pocas cualidades que históricamente se habían alabado de España. Ayer, secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio, apuntó a los inmigrantes y no a los recortes o la crisis para explicar este retroceso. Gomendio comentó que el aumento de la proporción del alumnado inmigrante respecto a otros países de la OCDE ha llevado "una mayor diversidad" en las aulas y que el sistema actual "rígido" y "sin evaluación temprana" ha sido "menos capaz de lidiar" con esta circunstancia.

Por su parte, el analista principal del programa, Pablo Zoido, afirmó que "es difícil" saber qué es lo que genera estas diferencias socioeconómicas y consideró que "es muy pronto" para saber si los recortes han tenido un impacto directo en la bajada de la equidad. En cualquier caso, Zoido reiteró el conocido argumento que maneja la OCDE de que los resultados no solo dependen de la inversión.

Además, se ha aplicado la brecha entre comunidades autónomas. La diferencia entre la mejor y la peor puntuación de las comunidades autónomas en matemáticas ha sido de 55 puntos, los que equivale a casi un curso escolar y medio. Sin embargo, el 85% de las diferencias entre comunidades autónomas se deben a las disparidades socio-económicas entre ellas. Nafarroa, Castilla y León, Euskadi y Madrid obtienen mejores resultados que la media de la OCDE frente a los de Murcia, Extremadura, Baleares y Andalucía, que se sitúan a la cola.