Vitoria. Gestionar una plantilla de 33.000 trabajadores supone tensiones y la edad de jubilación del personal de la sanidad pública vasca se ha convertido en un controvertido asunto en ebullición. El director general de Osakidetza, Jon Etxeberria, anunció ayer que espera que en una nueva reunión con los sindicatos, previsiblemente el día 2 de diciembre, se pueda definir la edad de jubilación de estos profesionales y, a partir de ahí, definir las necesidades futuras de plantilla para concretar el relevo generacional. Hasta ahora, el borrador del Plan de Ordenación de recursos humanos preveía fijar la edad de jubilación en los 65 años, como en el resto de la función pública vasca, lo que supondría jubilar a 736 médicos en los próximos cuatro años. Esta propuesta pondría además fin a la posibilidad que tienen actualmente los facultativos de prolongar su vida laboral hasta los setenta años.

Etxeberria compareció ante la Comisión de Salud del Parlamento Vasco, junto con el director de Recursos Humanos de Osakidetza, José María Armentia, para exponer las líneas generales del Plan de Ordenación del Servicio Vasco de Salud 2013-2016. La dirección de Osakidetza confía en poder convocar para la próxima semana una Mesa Sectorial en la que se podría anunciar una decisión en torno a la edad de jubilación del colectivo que trabaja en la red pública sanitaria. "Es un tema abierto, tenemos una posición flexible", declararon. Lo demuestra el hecho de que primero se habló de mantener la actividad hasta los 67 años y, en el último borrador presentado en la anterior mesa de julio, la jubilación se había anticipado a los 65.

Sin embargo, este planteamiento de la jubilación a los 65 años obligaría a retirar de aquí al año 2018 a un total de 736 médicos, lo que supone prácticamente el 10% del colectivo. Retiro al que muchos facultativos se oponen dado que su carrera exige muchos años de preparación y también por la notable pérdida de ingresos que conlleva abandonar la profesión.

José María Armentia explicó ayer que "sería sano que se determinara un criterio homogéneo en torno a cuándo se tiene que acabar el servicio activo por edad". "Y es que así sabríamos que dentro de dos años se van a jubilar estos, que dentro de tres otros tantos...", añadió. Además el departamento que preside Jon Darpón aspira a que lo se haga tenga coherencia para el conjunto de categorías del sector sanitario.

Plantilla envejecida Con más del 60% del personal con más de cincuenta años, el equilibrio entre juventud y veteranía es difícil de conseguir. De hecho, el consejero de Salud se ha negado en reiteradas ocasiones en calificar a la plantilla de envejecida. "El sector sanitario es una mezcla de juventud y experiencia. La edad media que tenemos es la edad media que corresponde a la sociedad en la que vivimos. Si Osakidetza funciona bien es que su personal funciona bien. En el tema de jubilación, nos cuesta ver que tengamos una particularidad que no tenga el resto de sectores", aseguró.

Y es que el departamento de Salud tiene en nómina a más de 33.000 trabajadores de plantilla estructural y eventual. Además cuenta con tres regímenes distintos de trabajo, funcionarios públicos, personas con régimen laboral y la mayoría, personal estatutario. Y los tres tienen una jubilación diferente. La complejidad del plan y la necesidad de conseguir amplios consensos motiva que algunas cuestiones se puedan aprobar de manera inmediata y otras se tengan que ir adoptando a lo largo de toda la legislatura.

Uno de los temas más inmediatos será determinar la edad de jubilación en el colectivo de Osakidetza, lo que permitirá establecer después las necesidades de nuevo personal. En este sentido, Jon Etxeberria, afirmó ayer la necesidad de avanzar y "que se negocie lo que se negocie, las jubilaciones forzosas se van a poner en marcha y van a afectar a muchas personas".

Armentia reiteró que el futuro de Osakidetza pasa por su "dimensionamiento en función de la prestación de servicios que se requieren en cada momento y de la necesidad de asistencia sanitaria demandada". Asimismo aseguró que la Dirección de Osakidetza quiere ser "totalmente transparente" a la hora de definir las necesidades de plantilla y que por ello mantendrá puntualmente informados a los agentes sociales.

"Los criterios para la edad de jubilación en la Administración deben ser transparentes y conocidos y no deben depender de que el jefe de servicio correspondiente o que el director de turno diga si está alguien para jubilarse o no", aseguró Darpón en una reciente entrevista con este periódico.

LA POSICIÓN SINDICAL Dentro de los sindicatos no hay una postura unánime. Algunos defienden prejubilaciones con 60 años como es el caso de la organización que agrupa a las enfermeras (SATSE). Y otros demandan jubilaciones a los 70. De hecho, el planteamiento de las jubilaciones con 65 o 67 choca frontalmente con el Sindicato Médico de Euskadi (SME), que defiende la continuidad de todos los profesionales que lo deseen siempre que reúnan las condiciones psicofísicas adecuadas.

Además de la edad de jubilación del personal, el plan de ordenación de recursos humanos es más ambicioso y pretende afrontar un "cambio de cultura" en el colectivo. En este sentido, pretende dar respuesta a otras cuestiones como la normalización lingüística, la salud y los riesgos laborales de los trabajadores de Osakidetza, así como otros temas vinculados con las relaciones laborales, como la reasignación de efectivos o la movilidad.