madrid. El nuevo secretario general y futuro portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), José María Gil Tamayo, afirmó ayer que los miembros de la Iglesia no pueden "ser profetas de calamidades", sobre todo cuando hay gente que está sufriendo. Gil Tamayo, en su primera comparecencia ante los medios de comunicación, dijo que la CEE se dedica a transmitir la "buena nueva", y debe "poner el bálsamo de la esperanza" en sus mensajes como, a su juicio, hace el papa Francisco. El objetivo, apuntó, es transmitir el Evangelio "de forma positiva" y respetar la variedad de opiniones porque representan la pluralidad de la sociedad. Foto: efe
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