Bruselas. El paradero de Hodei Egiluz, el joven de Galdakao desaparecido en la madrugada del 18 al 19 de octubre en pleno centro de Amberes, sigue siendo todo un misterio. Cuatro semanas después de que fuera visto por última vez, tras despedirse de unos amigos en una zona cercana al ayuntamiento de esa ciudad, la hipótesis central sobre la que trabajan la policía federal y la fiscalía es que "algo malo" le ocurrió esa fatídica madrugada, que hubo un acto "criminal" y que el joven ingeniero informático vasco no desapareció por propia voluntad. Aún así, a día de hoy siguen sin encontrar el rastro que les lleve hasta Hodei y su cara forma parte de la docena de personas, mayores de edad, que las autoridades belgas se afanan en buscar.
El último parte oficial data de hace una semana, cuando cuatro representantes de la fiscalía y la policía federal belga comparecían ante medios de comunicación vascos para dar cuenta del estado de una investigación que sigue bajo secreto de sumario, por orden de la jueza de instrucción, y bajo un hermetismo absoluto. Una prudencia que las autoridades públicas no están dispuestas a romper. Para empezar, porque podría complicar la investigación y, sobre todo, porque "dar determinados detalles puede ser doloroso para la familia de Hodei", puntualizaba hace una semana Paul van Tigchelt, fiscal en Amberes y que ejerce en ocasiones las labores de portavoz. Desde el minuto uno, la desaparición de Hodei fue catalogada por la policía como una desaparición "inquietante". El joven se despedía de unos amigos entre las 2 y las 3 de la madrugada del 18 al 19 de octubre delante de la freiduría Number 1, en la esquina situada entre las calles Sukerrei y Hoogstraat, una zona habitualmente muy transitada, cercana al ayuntamiento, a la Grand place de la ciudad y al río Escalda y a unos veinte minutos o media hora a pie del piso que compartía con otros jóvenes cerca de la estación central y al que nunca regresó. Sus amigos lo empezaron a buscar al día siguiente, en la calle y hasta en hospitales, y al no dar con él denunciaban ante la policía local su desaparición. El mismo día su familia hacía lo propio en Galdakao.
Se ponía en marcha entonces un dispositivo de búsqueda que hasta el momento no ha obtenido el resultado esperado, aunque sí ha permitido descubrir a varias personas que estarían implicadas en su desaparición. La prensa local, que ha seguido muy de cerca este caso, cifra en cinco los detenidos -cuatro adultos y una menor- por estar presuntamente implicados con este caso, aunque las autoridades solo confirman hasta el momento que "hay varias" y que están arrestadas por estar en posesión de algunas pertenencias del joven vizcaíno. Concretamente, se trata de su tarjeta de crédito y de su teléfono móvil.
En el caso de la tarjeta, la policía detuvo a Mohamed Yasser, de 25 años, por intentar sacar dinero con ella hasta en tres ocasiones en un cajero automático tal y como ha quedado constancia en las cámaras de seguridad. Mientras tanto, el teléfono fue intervenido a una mujer de 45 años, Carmen T, que, según alegó ante el juez, compró a una tercera persona, cliente del bar en el que trabaja, por 60 euros. "Están conectados con bienes de Hodei. Pensamos que en la noche de su desaparición o bien le vieron o bien cogieron sus bienes así que es necesario seguir investigando", precisaba hace una semana van Tigchelt. A ambos se les imputa solo un delito de posesión de bienes robados pero hasta el momento sus testimonios no habrían permitido determinar dónde está Hodei.
La policía en todo caso tiene indicios que apuntarían a que Hodei fue objeto de un "acto criminal" en la zona de Brouwersvliet, a unos quince minutos de donde se despedía de sus amigos, y ese es el área en el que han centrado en las últimas semanas sus mayores esfuerzos, revisando sistemáticamente todos los rincones, en tierra y hasta en los muelles Willem y Bonaparte, en cuya marina las autoridades belgas, desplegaban hace una semana un dispositivo formado por una embarcación con sonar y varios submarinistas. Hasta ahora no ha habido resultado y sigue sin haber rastro de Hodei.