EL susto apenas duró unas horas. A algunos, como a Cristina Aguirre, la noticia les pilló a toro pasado, tras su regreso de Polonia en junio. A otros les pilló en plena aventura internacional, como es el caso de Ander Elustondo, de Erasmus en la localidad belga de Lovaina. Una situación intermedia vivió Pablo Arrieta, que se encontraba, como quien dice, preparando las maletas porque en enero se marcha a estudiar a Munster, en Alemania, por unos cuantos meses. Los responsables del sobresalto, el ministro Wert y su anuncio de eliminar la beca del Gobierno estatal destinada a los alumnos acogidos al programa Erasmus. Finalmente, quienes lo están en el presente curso han terminado librándose de un recorte "de entre 100 y 150 euros", que sí tiene toda la pinta que se comerán los estudiantes del próximo ejercicio académico.

DNA ha recogido las sensaciones de tres alumnos matriculados en universidades de Euskadi y que han vivido, están viviendo o van a vivir la experiencia Erasmus. Los seis meses de estudio en el extranjero (el programa Erasmus incluye a los países de la Unión Europea y a alguno adicional como Turquía) ya han quedado atrás para la zarauztarra de 21 años Cristina Aguirre, alumna de Cuarto de Turismo en la Universidad de Deusto y que en junio pasado regresó de Poznan (Polonia). "A mí el posible recorte no me afectaba, pero sí a varios amigos que se marchan ahora de Erasmus. Les dio bastante rabia, pero parece que se ha solucionado todo, al menos por este año", explica.

las intenciones de wert

Una medida inesperada

Ander Elustondo es de Gasteiz, también tiene 21 años, y actualmente cursa Cuarto de Ingeniería en Organización Industrial en Lovaina (Bélgica), de Erasmus a través de Mondragon Unibertsitatea. En septiembre, antes de partir, en el centro ya le avisaron de las posibles intenciones de Wert. "Ya nos habían avisado de que los presupuestos de las becas de movilidad estaban siendo revisados y que no nos sorprendiera si la cantidad se reducía o simplemente desaparecía. Aun así, no era algo que me esperara, que directamente las quitaran con el curso comenzado. Mucha gente se lo tuvo que pensar muy bien antes de ir de Erasmus, por el gasto que supone. El gobierno del PP parece que se ha echado atrás, pero tengo entendido que el ministro Wert pretende anular esa ayuda a partir del año que viene, y eso va a suponer un problema para muchos de los estudiantes que quieran apuntarse a Erasmus", indica este joven gasteiztarra.

Las intenciones de Wert sí supusieron algo inesperado para Pablo Arrieta, getxotarra de 23 años, y estudiante de cuarto de Arquitectura Técnica, en la UPV/EHU. En plena cuenta atrás para marcharse de Erasmus a Munster (Alemania), su novia le informó del posible tijeretazo. "Y también mis compañeros de piso. Enseguida nos metimos en la página de internet en la que se había organizado una recogida de firmas contra la medida. A mí personalmente, quedarme sin ese dinero me habría supuesto un contratiempo serio. Es solo una de las becas de las que me beneficio, pero la cantidad me viene muy bien", indica.

los gastos del erasmus

El alojamiento, lo principal

Los gastos cuando uno está de Erasmus son diversos, pero todos los afectados aluden al alojamiento, residencias para estudiantes en todos los casos en cuestión, como el más importante. "Aquí la cosa depende mucho del país de destino. Yo en Polonia no tuve problemas. Pero tengo amigos que estuvieron en Holanda y a los que la residencia les costaba 500 euros al mes. Con todas las becas no les llegaba ni para eso. Tenían que poner de su bolsillo", explica Cristina Aguirre. Como Polonia, también es barato Alemania, tal y como indica Pablo Arrieta. "He estado varias veces ya. Y además la residencia, siendo de las más caras, me va a salir por 180 euros al mes. Luego siempre surgen gastos: libros, que si apuntarte a un gimnasio... Pero ese precio que comentaba por alojarte te proporciona cierto colchón".

Cristina tuvo suerte con las tarifas de Polonia. Pablo la tendrá con las alemanas. Pero Bélgica es un país mucho más caro. Ander Elustondo da buena fe de ello. "Pago unos 300 euros al mes por la residencia. Tengo que reconocer que he tenido suerte. La media estará entre 350-450 euros. No obstante, tengo que decir que gasto unos 400-500 euros en comida y otros gastos, y unos pocos euros en Stela Artois (cerveza de Lovaina), con lo cual, eso se pone enseguida en unos 800 euros. El recorte de Wert me habría supuesto una faena, porque no llegaría a cubrir ni un tercio de los gastos, dejando al margen los gastos de matrícula de mi universidad de origen".

erasmus y la fiesta

¿Mito o realidad?

La referencia de Ander sobre ese consumo de cerveza da pie a un debate paralelo. Y es que han sido numerosas las voces que han apoyado las intenciones de Wert, basándose en que Erasmus supone una experiencia de fines lúdicos y festivos, más que académicos y culturales. Los tres consultados lo desmienten, empezando por el propio Elustondo. "Dentro del programa Erasmus hay de todo, gente más y menos trabajadora. No hay que quedarse con las fotos de fiesta como imagen única del programa. Porque, además, la gente no se suele sacar fotos estudiando, pero eso no quiere decir que no estudie. Más allá de los tópicos, todo depende del grado de exigencia de la universidad de destino. Al final, todos tenemos que aprobar para obtener los créditos".

Cristina agrega que, tal y como sucede en el aspecto económico, en lo académico la cosa "también depende mucho del país al que vayas". "Yo superé muchas asignaturas a base de hacer trabajos. No es lo mismo que estudiar para un examen. Pero los trabajos hay que hacerlos. Además, en mi entorno sé de gente que ha tenido que estudiar de Erasmus, y bastante. Por ejemplo un compañero que se fue a Holanda, y que hace poco ha tenido que volver allí para examinarse de una asignatura que le quedó pendiente". A las puertas de comenzar a vivir su Erasmus particular, Pablo dice tener claro que lo que no piensa hacer es "perder un año en Alemania". "Habrá momentos para pasárselo bien. Eso por supuesto. Pero no podemos olvidar que vamos a estudiar. Además, se trata de una buena oportunidad para adquirir un nivel buenillo de alemán, un idioma que luego te puede ser de gran utilidad. Y ese aprendizaje lo vas a vivir mucho más fácilmente si asistes a las clases".

idiomas y madurez

El mejor bagaje

Aprender idiomas extranjeros puede suponer uno de los grandes beneficios del programa Erasmus, pero estos tres protagonistas aluden también al crecimiento personal y a la madurez que proporciona el hecho de salir de casa. "Conocer otra gente, otras culturas, poder quedarte allí unos años trabajando... Todo son ventajas", explica Pablo Arrieta.

"Probablemente influya más en la madurez de las personas. Hasta ahora, los padres han jugado un papel muy importante en todo el proceso universitario. En el extranjero, las castañas las saca uno mismo del fuego: se inscribe en la universidad, busca su hueco entre sus compañeros, se integra, se obliga a aprender idiomas, a mejorar el inglés, conoce el lugar y se adapta a las costumbres, lleva a cabo tareas domésticas que en casa no realiza... Y además estudia en un sistema académico diferente", añade Ander Elustondo desde Bélgica. Cristina, ya a toro pasado, se muestra de acuerdo con estas tesis. "El Erasmus te ayuda a conocerte mejor a ti mismo, y a ser mucho más independiente. Pasas de estar en casa con tus padres a verte sola en un país que no conoces... Y aprendes a la fuerza".