Bilbao
"VIVIMOS en un país en el que el talento científico se desconoce a sí mismo", decía Ramón y Cajal. Quizá el médico lo aseguró porque él mismo no reflejó su inteligencia en su vida como estudiante. Quizá porque odiaba memorizar y siempre tuvo un espíritu rebelde. Pero finalmente fue conquistado por la investigación y su aportación a la neurociencia le valió un Premio Nobel.
Precisamente, ese es el objetivo de Euskadi Passion for Knowledge. Quantum 13, un evento de comunicación científica organizado por el Donostia Internacional Physics Center para promocionar esta disciplina y sus valores: para incentivar a los jóvenes a la investigación.
Para alcanzar esta meta, se organizó ayer un encuentro en el Paraninfo de la UPV/EHU de Abandoibarra entre alumnos vascos de la ESO y bachillerato y dos Premios Nobel, Dudley R. Herschbach y John Pendry. Todo ello se presentó de la mano de Pedro Etxenike, presidente del centro de investigación DIPC (Donostia International Physics Center) en el marco de Euskampus, Campus de Excelencia Internacional de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU). Allí, jóvenes estudiantes de diferentes centros de Bizkaia tuvieron la oportunidad de ponerse de pie, coger un micrófono y hacer cualquier pregunta a los galardonados con el Premio Nobel. "¿Qué les motivó a estudiar una carrera científica?"; "¿Cómo se le ocurrió comenzar a trabajar e la capa de invisibilidad?"; "¿Cuántos años de trabajo le ha supuesto recibir el Nobel?". Esas fueron algunas de las cuestiones que los alumnos realizaron ayer en el Paraninfo de la Universidad. Haciéndose fotos con los reconocidos premiados, y entre pregunta y pregunta, los estudiantes fueron aclarando sus dudas mientras los científicos explicaban sus experiencias y narraban las dificultades que han logrado superar a base de esfuerzo y trabajo.
Desde niños Herschbach y Pendry fueron presentados por el rector de la UPV/EHU, Iñaki Goirizelaia, quien también animó a los jóvenes a interesarse por la física y la química: "Si tenéis pasión y sois constantes lo sacareis adelante. Esa pasión por las cosas os ayudará a superarlo todo". "La ciencia puede ser divertida, aunque muchas veces habrá obstáculos, pero la ciencia puede ser apasionante", añadió. Fue entonces el momento de Dudley Herschbach y Sir John Pendry, que salieron a escena de la mano de Pedro Etxenike, quien los presentó como dos investigadores que "comparten pasión por el conocimiento y por trabajar".
Ambos galardonados con el Nobel contestaron a todas las preguntas formuladas por los estudiantes, explicando también el origen de sus inquietudes científicas. "Mi abuela tenía una tienda de golosinas, y en el sótano unas máquinas para fabricar bebidas. Con el tiempo me hice con ese sótano, algo que me abrió la puerta a la química. También me encantaba construir cohetes, lo que me acercó al electromagnetismo", contó ayer Pendry. "He sentido pasión siempre por la ciencia, no sé cuándo empezó a interesarme", añadió. El Nobel inglés se presentó como un científico diferente, asegurando que ahora es un investigador "distinto, porque los mejores trabajos los he realizado los últimos diez años. Y ya tengo 70 años".
Ninguno de los dos Nobel dio demasiada importancia a los Premios, e incluso sir John Pendry explicó cómo se sintió cuando le nombraron Sir. "Suelo decir que a medida que te haces viejo en la investigación científica, recibes premios. En cuanto a mi condición de Sir, me alegré porque fue la única vez que mi querida tía me dio la enhorabuena, y estuve contento, pero por ella". Al lado de Pendry, Herschbach aseguró que en su carrera hubo momentos de dificultades, también económicas, pero que siempre ha salido adelante. Precisamente el científico conocido por sus estudios en dinámica molecular aseguró, en una entrevista realizada en el marco de estas jornadas, que "cada vez más" Euskadi será reconocida por sus aportaciones científicas como lo es ya por ser "un centro de alta cocina internacional".