No es un libro de Historia, al menos, no de la que se entiende como uno de los sustentos del conocimiento. No obstante, en sus páginas abundan las descripciones de las vidas y de las muertes de decenas de aquellos alaveses que tuvieron que convivir con la invasión francesa, con el empeño guerrillero y con la reconquista bélica a cargo de héroes de la patria y de sus aliados ingleses en la conmemorada Batalla de Vitoria. Tampoco es una obra de batallas, aunque recoge "muchas batallitas", descubre vidas particulares, usos familiares y a una sociedad que padeció en carnes propias la muerte y el dolor, aspectos inherentes a la guerra. Javier Vegas (Vitoria, 1965) desgranará esta tarde los pormenores de su Franceses, brigantes y alaveses, con todos sus sacramentos -editorial Sapere Aude-, un volumen recién salido del horno -hoy sale al mercado a través de Internet y en Zuloa y en El Revistero- y que servirá para armar una conferencia que nace con el mismo nombre. Ésta tendrá lugar también hoy -19.30 horas- en el marco del IV Ciclo de Conferencias alrededor de la Batalla de Vitoria, que acoge la sala Araba del centro comercial Dendaraba.

Tanto ejemplar como charla, además de compartir título, reiteran una idea única y diferente que va más allá -o más acá, según la perspectiva- del relato épico y de la pormenorización de las estrategias de unos y otros sobre el campo de batalla. De hecho, el autor enhebra capítulos con los aconteceres de alrededor de cien personas concretas. De las de verdad. De las que murieron como consecuencia de los tiros de unos, de las bayonetas de otros y de la cerril naturaleza humana. Todo ello sirve para enmarcar conclusiones. Entre ellas, que las consecuencias de los hechos de armas son menos agradables que los vítores que devienen de las victorias. No en vano, en escenarios bélicos, además de protagonistas principales, hay figurantes. Precisamente, este texto habla de ellos y con ello, el autor enlaza páginas consagradas a la epopeya de lo cotidiano. Crea un esquema de la realidad, de los usos y de las costumbres de los vecinos de este territorio histórico cuando éste discurría por los primeros años del Siglo XIX. Aquellas gentes vivían su época sin saber que detrás de un dolor llegarían otros muchos. No en vano, la brecha social surgida tras la Guerra de la Independencia -o con ella- se convirtió en leitmotiv, excusa o acicate para que los habitantes de este país se siguieran matando convenientemente en carlistadas varias y guerras civiles. Incluso, la explicación de parte de la realidad política actual podría tener anclada su base en aquellos acontecimientos. Afrancesados y patriotas. Liberales y carlistas. Republicanos y nacionales...

La aventura de este libro empezó hace mucho tiempo. Aprovechando su residencia en La Puebla de Arganzón, Vegas se interesó por lo que pasó a la población de un pueblecito durante los años en los que tuvo lugar la contienda que trajo la Batalla de Vitoria. "Empecé mirando allí. Te vas picando... Y llegué a estar un par de horas diarias en el Archivo de la Diócesis y anotando todo lo que encontraba, libro a libro, página a página", relata. La literatura oficial surgida de la administración eclesial -bautizos, bodas o funerales- puede ser una fuente de información de primer orden. Y lo es en este Franceses, brigantes y alaveses.

acceso a la información Datos en montañas de apuntes que pretendían conformar la excusa para un relato o una novela, que llegará tarde o temprano si no acontecen demasiados contratiempos. Sin embargo, Vegas consideró que todo el material recopilado debía estar a disposición de las gentes. "Sé que no he agotado la cantera", añade el autor en referencia al filón informativo encontrado junto a protagonistas secundarios de la Historia oficial.

"En este libro hablamos de un siglo en la historia alavesa que da para relatar nuestros propios Episodios Nacionales", explica Vegas, que recuerda que a una guerra o a una batalla se la puede seguir la pista por el reguero de sangre y de muertos que deja en los cementerios de allí por donde pasa.