Ha trascendido que el Partido Popular está teniendo dificultades, especialmente presiones de Burgos (de la Diputación Provincial) y de Castilla y León (de la Junta), en el sentido de que el proceso actual para lograr la desanexión puede ser como puentear el Estatuto. ¿Cómo valoran ustedes estas circunstancias?
Se está intentando decir que supone un enfrentamiento entre comunidades autónomas, lo cual es falso. Ni es un puenteo, ni es un enfrentamiento. Es simplemente una vía, totalmente legal, a instancias de Trebiño, independientemente de que algún partido lo haga causa suya. Y a quien tienen que dar respuesta tanto Castilla y León como el País Vasco es a Trebiño.
¿Qué actitud les gustaría ver en esas instituciones?
Nos gustaría que dejaran de decir cosas que no son ciertas. En la trayectoria política de Burgos y Castilla y León, este contencioso siempre se ha tratado de enfocar como un enfrentamiento entre comunidades. Y nosotros decimos: ¡Perdonen ustedes, este es un problema neto de Trebiño!. Es una demanda de Trebiño y a quien tienen que responder estas instituciones es a Trebiño.
¿No hay matices políticos por medio en el desarrollo de este contencioso?
Esto es un problema administrativo, concreto, muy definido. Por eso tampoco admitimos esa postura de que hay que consultar a la Diputación de Burgos y a la junta de Castilla y León en términos de que somos una propiedad. Aquí lo que tratamos es de que las instituciones presten de la mejor manera posible los servicios.
Si en vez de ser Álava esto fuera Albacete, ¿se vería el proceso de otra forma?
Seguramente. El hecho de que lo planteen como un enfrentamiento entre comunidades es por la connotación que tiene el País Vasco y por su sentimiento nacionalista, muy arraigado, y la interpretación que hacen porque la reivindicación les llegue de nacionalistas, independentistas o independientes. El proceso lo han mediatizado en ese sentido.
¿El proceso de paz y la normalización social en Euskadi están ayudando a suavizar las negociaciones?
Sí, porque ahora parece más fácil pasar de los planteamientos políticos a los administrativos. Ya no se plantea ese visceralismo de Castilla y León o de los nacionalismos y se plantea de forma más serena. El PSOE de la Diputación de Burgos lo defendió muy bien al explicar que este no es un problema político, sino administrativo. Aunque al final votaron en contra de nuestra propuesta.
¿Qué ocurre con las iniciativas de desanexión de Burgos e integración en Álava a partir de ahora?
En el Pleno del Parlamento Vasco del próximo jueves no se votará nada todavía. Según establece el procedimiento se dará cuenta al Pleno de la admisión a trámite de la iniciativa idéntica presentada por los tres partidos para ser tramitada por el Gobierno central. Las propuestas fueron aprobadas por la Mesa por tres partidos políticos, pero PP y UPyD decidieron votar en contra. En cualquier caso ha pasado el trámite de la Mesa de la Cámara. Y con un dato importante: los informes jurídicos de los letrados del Parlamento avalan las propuestas, han pasado la criba y por lo tanto tienen todos los parabienes.
Es decir, que comienza el trámite parlamentario?
Sí, el jueves lo que se hace es dar cuenta al Pleno del Parlamento de que el expediente está admitido a trámite. Esto supone que se dan quince días de plazo para presentar alegaciones, enmiendas, etcétera. Se calcula que en un mes se podrá llevar a votación al Pleno y de allí irá a Madrid, y esa será otra historia.
¿Qué esperan los trebiñeses de sus representantes políticos?
Aquí hay una postura clara. Excepto el PP, que se ha abstenido en las solicitudes que hemos hecho, el resto clarísimamente apoya la iniciativa.
¿Cómo ven las presiones a las que están sometidos del responsables del PP?
Si al Partido Popular de Álava se le está sometiendo a esta presión desde Burgos y desde la Junta de Castilla y León, no te digo nada de lo que estarán haciendo con los representantes locales. El hecho de que aquí se abstuvieran a la hora de empezar el proceso fue un paso increíble, a pesar de que la exalcaldesa, que no es de aquí, que es de Burgos, dijera que lo que le pedía el cuerpo era otra cosa. Yo tengo claro que el PP de Trebiño también apuesta por una solución definitiva. Otra cosa son las presiones porque al fin y al cabo dependen de Castilla y León.