Gasteiz. De estos meses en el organismo, Izaskun Landaida destaca la militancia por la igualdad no solo del personal del Instituto de la Mujer, sino también de las personas que trabajan en los distintos niveles institucionales, del movimiento feminista, de las asociaciones de mujeres muy involucradas y con ganas de avanzar. "Queda mucho camino por recorrer, pero contamos con muchas personas en nuestro entorno dispuestas a trabajar por la causa y lo que debemos hacer es intentar captar más alianzas ", explica, al tiempo que recuerda con orgullo su etapa de alcaldesa de Ugao-Miravalles, aunque ahora se enfrenta a otro reto no menos apasionante como es el trabajo por la igualdad.
Uno de sus objetivos es lograr que que Emakunde sea percibida como una institución cercana y útil. ¿Lo está consiguiendo?
Es nuestro objetivo y en ello estamos trabajando. Es necesario el contacto directo con todo el movimiento asociativo feminista de mujeres. En el proceso que estamos llevando de elaboración del VI Plan de Igualdad, que se inició a primeros de este 2013, hemos contado con las aportaciones de las asociaciones a través de la Consultiva en los tres territorios y han sido ellas quienes nos han indicado la necesidad de incidir en un cambio de valores que también coincide con nuestra percepción. Es necesario que el Instituto de la Mujer sea visto como una entidad cercana, que está a pie de calle, por ello tenemos que estar en contacto directo con todos los movimientos sociales.
¿Para cuándo estará aprobado este VI Plan de Igualdad?
La previsión es que esté para finales de este año. El trabajo se inició como una revisión del V Plan por parte del personal de la casa y luego nos han ido haciendo aportaciones desde los diferentes niveles institucionales: el propio Gobierno, las unidades de igualdad, diputaciones, ayuntamientos, la Consultiva de mujeres, que ha hecho un trabajo extraordinario en los tres territorios. El propio Consejo de Dirección de Emakunde, a finales de julio, dimos a conocer el borrador que estará expuesto hasta el 14 de octubre. Hay posibilidad de hacer aportaciones. Invitamos a la ciudadanía, en general, y a todas las entidades y asociaciones a que lo consideren y que hagan sus observaciones a través de irekia, la página web de Emakunde o del correo electrónico.
Se ha mantenido la estructura de V Plan de Igualdad ¿Por qué?
Así nos lo demandaron las trabajadoras de igualdad de los diferentes niveles institucionales. En el sexto Plan se incidirá en el cambio de valores. Consideramos que es la llave que va a posibilitar que haya un cambio en el sistema que ahora mismo es androcéntrico. Para poder variar esta situación se necesita un cambio de valores, de creencias. Es lo único que posibilitará esa transformación.
¿Lo novedoso es que se incidirá en ese cambio de valores?
Sí. En los estereotipos y las creencias que todos tenemos. Hay que incidir en los roles sexistas que se van perpetuando. Para ello se precisan diferentes medidas.
¿Cuáles?
Insistiendo en la educación de los chicos y chicas, porque son los hombres y las mujeres del futuro. Es en ellos donde tenemos que trabajar. Por ello son fundamentales programas como el que se han puesto en marcha Beldur Barik!, que nace enmarcado en Berdinsarea, impulsada por Emakunde y Eudel y con el apoyo de todos los niveles institucionales: las tres diputaciones forales y con la colaboración de la universidad, del departamento de Educación y política lingüística y de EITB.
¿Qué objetivo tiene Beldur Barik!?
Prevenir la violencia sexista entre los jóvenes. Por medio de un concurso audiovisual pueden utilizar la expresión artística que ellos deseen: literatura, danza, pero siempre en formato audiovisual. Lo que les pedimos es que en esos trabajos reflexionen sobre los modelos de masculinidad vigentes en chicos y chicas. Con ellas se trabaja el empoderamiento y siendo conscientes de las desigualdades de género existentes que no se resignen y que se unan con otras chicas para trabajar por sus derechos. Esa es la actitud de Beldur Barik! que queremos que exista.
¿En qué se ha centrado en ocho meses al frente de la Institución?
El trabajo ha sido intensísimo, pero enriquecedor. Desde la campaña del 8 de marzo hasta el 25 aniversario de Emakunde. Además, se han dado a conocer diferentes estudios realizados desde la Institución; se ha puesto en marcha el Foro de la Igualdad; se han iniciado los trabajos previos a la exposición pública del VI Plan de Igualdad. Se han hecho todos los quehaceres previos a la redistribución de funciones que antes estaban en la Dirección de Atención a la Violencia de Género en Interior.
Emakunde ha sido uno de los organismos que más ha visto reducido (20%) su presupuesto. ¿Esto ha dificultado su trabajo?
No sé si ha sido el organismo que más ha reducido su presupuesto. En un primer momento trabajamos con una rebaja del 20%. Lo que se ha hecho es reorientar los diferentes programas que se llevaban a cabo y realizarlos de otra manera. A pesar de la reducción hemos llevado a cabo ,con algunos ajustes, todos los programas y subvenciones que estaban en marcha. Lo cierto es que el área de violencia de género no se ha tocado; todas las ayudas se han mantenido, así como los diferentes programas porque consideramos que es un área donde debemos incidir.
Con la crisis, y también antes, muchas voces se alzan señalando que Emakunde es un organismo que sobra, prescindible. ¿Qué les diría?
Parto de la idea de que la igualdad es un valor social y uno de los pilares de la democracia. La igualdad no es solo un beneficio para las mujeres, sino también para los hombres y para la sociedad donde vivimos. La razón de ser de Emakunde está más que justificada. Debemos seguir trabajando en igualdad, porque eso nos hará ser una sociedad más justas, democrática, más cohesionada y, por supuesto, habrá menos espacio para la violencia en sus múltiples manifestaciones.
Se llevan muchos años impulsando un cambio de valores en la sociedad contra la violencia de género; cambio que no parece llegar. ¿Qué pasa?
Se dan pero de una manera muy lenta, porque lo que tenemos que remover son los valores, las creencias. Es un trabajo conjunto de todas las personas, cada una desde su ámbito particular. Hemos visto que las leyes, como la de Igualdad que fue un hito, son fundamentales. Pero el trabajo por la igualdad comienza por uno mismo. Entre los grandes retos que tenemos como Institución es hacer ver a toda la sociedad que para conseguir la igualdad necesitamos de la implicación de todos y todas.
Los maltratadores y sus víctimas cada vez son más jóvenes. ¿Por qué siguen reproduciendo los roles sexistas tras décadas de leyes de igualdad?
Hay avances; los valores contemporáneos no son los mismos que 50 años atrás. Sin embargo, es cierto que perviven los estereotipos, las creencias, un modelo androcéntrico que sitúa jerárquicamente a los hombres en una situación de poder. Eso es lo que debemos cambiar. En la medida que no logremos variar esos estereotipos en la sociedad, se seguirán reproduciendo. Por eso es clave trabajar con la gente más joven con proyectos con Beldur Barik! Cuando son conscientes e identifican los roles sexistas son capaces de ponerle freno desde el minuto uno.