BILBAO. La Universidad del País Vasco (UPV/EHU), junto con otras ocho universidades públicas españolas, reclamó ayer al Gobierno central una mayor inversión en I+D+i destinada a la universidad. La Comisión Sectorial de Investigación del Grupo 9 de Universidades (G-9), integrada por la Universidad de Cantabria, la de Castilla-La Mancha, Extremadura, Islas Balears, La Rioja, Oviedo, Universidad del País Vasco, Universidad Pública de Navarra y la de Zaragoza, hizo público un manifiesto en el que recuerda que la investigación que las universidades públicas llevan a cabo supone más de un 60% de la que se desarrolla en España, y es "un elemento motor del progreso económico y social en nuestro país".

"No puede entenderse el desarrollo de un país sin el apoyo, claro y decidido, a la investigación y a sus investigadores. Un país que no apueste por el conocimiento sufrirá un retroceso difícilmente recuperable", señalaron en el manifiesto. Según advirtieron, la situación económica que padece el país y los ajustes derivados de la misma en el ámbito universitario, especialmente en la I+D+i, hace que alrededor del 40% de los grupos de investigación más prestigiosos y consolidados de las universidades "vea peligrar su labor investigadora por falta de recursos".

En este sentido, denunciaron que la convocatoria de proyectos del Plan Nacional de I+D+i permanece congelada desde enero de 2013 e insistieron en que la situación actual se agrava por el retraso o desaparición de convocatorias regionales, lo que propicia que numerosos investigadores con una dilatada trayectoria profesional, reconocida internacionalmente deban abandonar su labor.

Por ello, las universidades públicas del G-9 coincidieron en manifestar "su honda preocupación" por la situación que se está produciendo en el ámbito universitario y que afecta también a programas de captación de recursos humanos tan consolidados y prestigiosos como Ramón y Cajal, Juan de la Cierva, I3 y personal técnico de apoyo, entre otros. Según indicaron, los recortes que están sufriendo dichos programas pueden "echar por tierra la cuantiosa inversión pública llevada a cabo en los últimos veinte años y el esfuerzo, humano y profesional, realizado por miles de investigadores en nuestras universidades".