CEUTA. La Gendarmería marroquí impidió un nuevo asalto a la frontera de Ceuta por la playa del Tarajal de un grupo de unos 100 inmigrantes subsaharianos y ninguno de ellos consiguió cruzar la frontera, tras el asalto del martes registrado en la misma zona. Según informaron fuentes policiales, el incidente se produjo alrededor de las 07.00 horas de ayer cuando los inmigrantes asaltaron a la carrera la playa marroquí con la intención de nadar hasta la costa de Ceuta, viviéndose momentos de tensión entre el alboroto de los inmigrantes y el trabajo para disuadirlos de los agentes policiales.
La Gendarmería marroquí consiguió repeler a los inmigrantes que intentaron el asalto, sin que ninguno de ellos lograra su propósito de acceder a la playa ceutí. En la frontera se desplegaron decenas de efectivos de la Policía Nacional y de la Guardia Civil para contener la avalancha de inmigrantes pero no fue necesaria su intervención.
El intento se produce tan solo veinticuatro horas después de que otros 350 inmigrantes asaltaran la misma zona, de los cuales 91 subsaharianos lograron entrar en la ciudad por la playa del Tarajal. La Delegación del Gobierno calcula que unos 600 inmigrantes subsaharianos se encuentran cerca de la frontera ceutí a la espera de entrar irregularmente en la ciudad. El delegado del Gobierno, Francisco Antonio González, advirtió de que en estos días se producirán más intentos de entrada ya que las condiciones meteorológicas son adecuadas "y esto puede provocar que las mafias incentiven estas entradas y que ellos mismos sepan que en unos meses será prácticamente imposible cruzar por el espigón por la fuerza del agua".
González reconoció que la entrada del pasado martes fue "muy violenta" y que pudo deberse a un acto premeditado ya que mientras unas lanchas despistaban a los agentes marroquíes los otros 350 inmigrantes intentaron el paso por el espigón. "Si no hubiera habido agentes marroquíes en la avalancha del martes hubiésemos sido incapaces de frenarlos", reconoció el delegado.
El Estado trabaja en el proyecto para implementar las medidas de refuerzo en la frontera para evitar el acceso por el espigón que marca el comienzo de la primera playa ceutí tras el territorio marroquí. En lo que va de año han entrado 900 inmigrantes ilegales, cifra muy inferior a la registrada en años anteriores.
El Ministerio del Interior realiza asimismo una "inversión fuerte que se concretará en los próximos meses" para la reforma de la frontera de Beni-Enzar, en Melilla, "que se traducirá en una mayor seguridad del perímetro y en unas mejores condiciones para las policías que desempeñan allí su labor". En el caso de la frontera de Ceuta, "se construirá un nuevo paso para quienes con frecuencia compran material y regresan a Marruecos", para que ese tránsito "sea más seguro y de la preservación de las fronteras".