laguardia. Que la vendimia se va a retrasar este año, al igual que ocurrió con la cosecha del cereal, es un hecho. La adversa climatología de una primavera lluviosa y fría es la razón principal para que los viticultores no arranquen hasta pasado el puente de El Pilar la recogida de la uva. Mediados o finales de octubre es la fecha que calcula el sector para la apertura de las bodegas. Mientras tanto, la gestión del vino reclama modificaciones.

La Unión de Agricultores y Ganaderos (UAGR-COAV) presentará una propuesta de cambio en el reglamento de la DOC Rioja para que no se obligue a tirar uvas en viñedos con exceso de producción, siempre y cuando el fruto ofrezca calidad para ser amparado y en el cómputo total de la tarjeta del viticultor no se sobrepase el rendimiento máximo establecido cada campaña.

Algunos viticultores ya han recibiendo la carta en la que el Consejo Regulador indica en qué parcelas han de proceder a tirar uvas para ajustarse a los rendimientos aprobados para la presente campaña. Pero, en muchos casos, los productores se quejan de que, si bien en determinadas parcelas la producción es buena, en otras las uvas escasean debido a diferentes factores (granizo, heladas, enfermedades por exceso de humedad, mala ligazón del grano?). Ante esta situación, la Unión recuerda que dos de sus propuestas vitivinícolas de la pasada campaña para la renovación de la Interprofesional del Rioja abordan este asunto de los rendimientos.

Por un lado, se pedía equilibrio de mercado ya que, actualmente, a pesar del equilibrio teórico en el mercado interno del Rioja, los precios que cobra el sector productor están por debajo del coste de producción. Para mantener este equilibrio entre existencias y ventas, los rendimientos de cada campaña serán del 100%, según lo marcado en el reglamento, nunca inferiores. Sólo si en momentos puntuales se aprobará el correspondiente incremento de rendimientos de forma medida y limitada.

Por otro lado, se planteaban controles porque, además de una mejora clara de los controles del Consejo Regulador, hay que liberalizar el riego del viñedo. No obstante, manteniendo siempre los límites de calidad y producción.