Vitoria. El Bux ha calentado rueda durante el verano, pero va a ser con el inicio del curso escolar cuando empiece la verdadera prueba piloto del transporte colectivo a los pueblos gasteiztarras. La asociación de concejos de Vitoria está convencida de que no hará falta más de un mes para que las debilidades ya presentidas obliguen a replantear parte de la estrategia. El precio establecido por viaje, 1,50 euros, es una de las patas que más tambalea. Familias de distintos rincones de la zona rural han asegurado que no les sale a cuenta hacer uso de este servicio de autobús a la demanda, por lo que el colectivo confía en convencer al Ayuntamiento para implantar bonos mensuales con viajes ilimitados al estilo de los que ya existen en la capital. Sólo así se podrán satisfacer las obligaciones diarias de desplazamiento de estas personas, más allá de necesidades puntuales, y con cierta rentabilidad.
La portavoz de los concejos, Miren Fernández de Landa, ofrece un ejemplo muy claro de la inefectividad del servicio si se mantienen las tarifas actuales sin bonificaciones. "Imagina que tienes dos hijos, que no tienen edad como para hacer solos el transbordo a Tuvisa hasta sus colegios, y que has de acompañarlos. Son 180 euros al mes. O sea, que sale mejor coger el coche, más barato y rápido", razona. Son ya varias las personas que así se lo han expuesto, convencidas de que lo no puede ser es que el Bux acabe convirtiéndose en un servicio para situaciones puntuales por no resultar lo suficientemente atractivo. "Si en la ciudad sí existen incentivos para quienes utilizan el urbano de forma continua", insiste la presidenta de la zona rural, "también debería haberlos en los pueblos".
Con bonificaciones, Fernández de Landa está convencida de que un montón de potenciales clientes "se animarán a usar" el Bux. Sin ellas, teme que el proyecto piloto acabe fracasando y los 45 pueblos vuelvan a quedarse sin conexión con la cabecera del municipio. Además, la asociación de concejos de Vitoria tiene claro que antes de que arranque el curso escolar es necesario lanzar una nueva campaña promocional. La que ya hubo antes de la puesta en marcha del servicio el 1 de junio se quedó corta. "Se limitó al buzoneo, fue pequeña y escasa. Habría que aprovechar la primera semana de septiembre para volver a informar, y desde el Ayuntamiento me han dicho que lo harían, pero a ver...", alienta la portavoz de la zona rural.
Esa nueva operación publicitaria debería ir acompañada, a su juicio, de información sobre las líneas de Tuvisa. El Bux acerca a los vecinos de los pueblos, además de a los centros de salud correspondientes, a las paradas del urbano más cercanas al concejo para desde allí hacer el transbordo a donde sea. A la vuelta, los usuarios han de ir otra vez hasta esos apeaderos -no existe opción desde los ambulatorios- para realizar la conexión. Así pues, conocer la red de Tuvisa se hace fundamental, pero los habitantes de la zona rural no están familiarizadas con ella porque hasta ahora no la han utilizado. Para todo, por falta de otras alternativas, tenían que recurrir al vehículo privado. De ahí la propuesta de Fernández de Landa, aunque a la vez advierte de que los puntos de vuelta establecidos no resultan cómodos.
Al igual que con el precio, también para sustentar esta crítica pone la portavoz de los concejos un ejemplo real. "Si trabajas en la Avenida de Gasteiz y vives en Miñano, tienes que ir hasta el Alto de Eskalmendi a coger el Bux, y con las líneas de Tuvisa que hay das una vuelta tremenda para llegar que no es muy operativa. Se pierde tanto el tiempo que al final resulta mejor coger el coche", reconoce Fernández de Landa. Por eso, ya que el nuevo servicio está en fase de prueba, confía en que la postura del Ayuntamiento sea lo suficientemente flexible como para plantearse algunos cambios en este punto. Su deseo es poder celebrar una reunión "a finales de septiembre o principios de octubre para perfilar" el precio, los puntos de regreso e incluso los horarios, "que por ahora no parecen estar mal pero hay que esperar a ver cómo van con la vuelta al colegio".
A falta de la verdadera prueba de fuego, cierto es que el balance del Bux resultó bastante positivo hasta mediados de julio -no se tienen datos posteriores-. Durante el mes de junio, el servicio alcanzó los 338 viajeros con una media de 12,43 al día, mientras que en la primera quincena del mes de julio se llegó a casi 16 (15,81). Para poder utilizar este transporte colectivo a la demanda, hay un bono general (10 viajes a 15 euros), otro de familia numerosa (10 viajes a 12 euros) y también de familia numerosa especial (10 viajes a 7,5 euros). Todos ellos están disponibles en estancos, e incluyen un transbordo con la red de autobuses de Tuvisa. Una vez que se adquiere, en cualquiera de sus modalidades, los usuarios tienen que reservar su viaje en el teléfono 900 10 27 23, a través la web del Ayuntamiento de Vitoria o mediante la App Bux disponible en versión Apple y Android. La reserva del viaje ha de realizarse por cualquiera de estos tres canales, con una antelación mínima de 30 minutos antes de la hora del desplazamiento.