Vitoria. El informe de Osakidetza sobre las listas de espera depara malos resultados para los alaveses en relación a sus vecinos de Bizkaia y Gipuzkoa, pero eso no implica de ningún modo un agravio comparativo en lo que sus trabajadores se refiere. Las diferencias entre uno y otro territorio están más relacionadas con la gestión del servicio vasco de salud y organización que con el trabajo de sus profesionales, que día a día se ven las caras con los recortes presupuestarios y las eternas reestructuraciones supuestamente para bien que en la mayor parte de ocasiones acaban siendo para mal.

Cada hospital es un mundo. Cada consulta, un país donde sus ciudadanos tienen derechos, pero también obligaciones. Algo que, por muchas y diferentes razones, no siempre acaba teniéndose en cuenta. Inmersos diariamente en plena efervescencia laboral, los profesionales alaveses de Osakidetza también tienen mucho que decir sobre el estudio del servicio vasco de salud, que en Álava depara un tiempo de espera medio de 57 días para una operación, 30 para una consulta y 10 para una prueba. "Los de arriba no suelen preocuparse mucho por estos datos hasta los dos últimos meses del año. Por esas fechas nos aprietan un poco más, sobre todo a los médicos, para cuadrar las cifras, especialmente en las especialidades con mayor tiempo de espera", explica a este periódico una enfermera que trabaja desde hace años en el servicio de consultas del HUA y que prefiere no dar su nombre. "El problema que tienen esos datos es que son una media. Al final, el tiempo de espera depende mucho de la especialidad", subraya antes de incidir en que "cuando alguien viene a la consulta y necesita ser atendido de urgencia siempre le buscamos un hueco". Más allá de las cifras, los médicos, enfermeras, auxiliares y el resto de personal sanitario afronta en ocasiones un tira y afloja con los pacientes que acuden a las consultas pero no parecen tener presentes sus obligaciones. Según un informe de Osakidetza, en Euskadi cada día más de mil pacientes faltan sin avisar a sus citas concertadas.

anécdotas "Normalmente la gente es muy comprensiva. El problema viene más cuando el médico les dice que pidan cita para un mes concreto y la citación tarda en abrirse. Algunos pacientes piden cita antes de tiempo y acaban teniendo que pasar dos veces por consulta sin ser estrictamente necesario", argumenta esta enfermera, que tiene más de una anécdota en lo que a consultas y pacientes un poco descuidados se refiere. "No es lo habitual, pero por ejemplo hace unas semanas una mujer llegó hora y media tarde a la consulta y el médico ya se había ido. Cuando le dijimos que debía pedir otra cita montó en cólera y exigió ser atendida cuanto antes porque se encontraba muy mal de su dolencia. La citamos al día siguiente. No se presentó", recuerda. Y es que, como bien recuerda la propia Osakidetza en varios carteles de sus hospitales, los pacientes también tienen obligaciones. "A mí me resulta curioso que haya gente que venga tarde a su propia operación, a veces hasta media hora. Luego hay casos como los que te dicen que llevan mucho tiempo esperando y tú has visto que acaban de llegar, o los que a ti te echan la bronca porque llevan mucho esperando pero luego al médico no le dicen ni . Pero, en general, la gente es respetuosa", concluye.