Madrid. Desde el inicio del mes de julio más de 50 personas han fallecido ahogadas en piscinas, ríos o playas de España, de las cuales más de una deceda eran menores de edad. El último, el de un joven de 15 años y vecino de La Gineta (Albacete) que falleció ayer en el Hospital General de Albacete tras haber sido rescatado de la piscina municipal por los socorristas de las instalaciones.

Andalucía es la comunidad autónoma que, por ahora, más número de fallecimientos por esta causa registra, seguida de Cataluña y la Comunidad Valenciana. Aunque la mayor parte de los ahogamientos (más de 15) se han producido en las playas, la mayoría de los niños han perdido la vida mientras se bañaban en piscinas públicas, privadas y en ríos.

En concreto, la mayoría de los menores han fallecido en piscinas municipales, aunque también se han producido en piscinas familiares. En las playas, excepto una niña de seis años que falleció este martes en la playa de La Garita (Lanzarote), los ahogamientos se han producido entre las personas mayores. Por ahora, un hombre de 85 años ha sido la persona de más edad que ha muerto ahogado tras sufrir un paro cardiaco en la playa de Cunit (Tarragona).

Según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística, en el año 2011 murieron en España 473 personas -373 hombres y 100 mujeres-, siendo los ahogamientos por sumersión accidental (461) la causa principal del fallecimiento, de los que el 45% ocurrieron en personas de menos de 50 años.

Para prevenir ahogamientos, está desaconsejado el uso de flotadores hinchables para los niños que no saben nadar. Es importante que, además, estén siempre acompañados por un tutor, dado que el ahogamiento se produce de forma rápida y silenciosa.

Respecto a las precauciones que deben tener las personas mayores, elegir lugares seguros para bañarse es vital. También lo es respetar las banderas, evitar los baños nocturnos y hacer la digestión. Tampoco es bueno zambullirse en aguas donde no se conozca la profundidad o donde las aguas estén turbias. Siempre se deben seguir las recomendaciones de los socorristas y hay que evitar nadar hacia el fondo del mar, a fin de evitar accidentes a mucha distancia de la costa.