Roma. Treinta y ocho personas han fallecido y 19 resultaron heridas cuando el domingo un autocar cayó desde un viaducto de la carretera A16 en la provincia de Avellino, en el sur de Italia, en un tramo muy peligroso y en el que ya se habían producido accidentes mortales. Los medios de comunicación informan de que se trata de uno de los accidentes de tráfico más graves de la historia de Italia, y destacan que se produjo en un tramo de la autopista que une las ciudades de Bari y Nápoles en el que ya en los últimos años se han producido cerca 20 siniestros con víctimas mortales.

De los 38 fallecidos, 36 murieron en el acto y dos lo hicieron en el hospital, donde hay ingresadas otras diez personas en estado grave. En la colisión múltiple que causó el autocar antes de despeñarse se produjeron otros nueve heridos, la mayoría con contusiones y fracturas en las piernas. Se han abierto ya varias investigaciones para esclarecer las causas que llevaron al autocar a impactar primero con los vehículos para después chocar contra el guardarraíl y caer desde una altura de 30 metros.

Las primeras hipótesis hablan de un fallo en el sistema de frenos del autocar o, incluso, del reventón de uno de los neumáticos, pero todas éstas tendrán que ser verificadas por los supervivientes o los peritos, ya que el conductor del autobús murió en el accidente. Los equipos de rescate que llegaron pasadas las 21.00 horas a la zona definieron como "un infierno" este tramo de la autopista.

Por una parte estaba la situación en la carretera, donde al menos decena de coches estaban implicados en la colisión múltiple, algunos de ellos totalmente destrozados y calcinados. El guardarraíl del viaducto completamente arrancado indicaba que algún vehículo se había precipitado y, en el fondo, los equipos de rescate pudieron ver el amasijo de hierros en el que se había convertido el autocar. Los equipos de rescate se trasladaron a la carretera adyacente y descubrieron la dificultad que tendrían para acceder al autocar, donde, aseguran, oían los gritos y llantos de los supervivientes, entre ellos algunos niños. Las víctimas eran todos amigos residentes en las localidades de Giuliano de Campania, Mugnano de Nápoles y Marano (sur de Italia), que solían organizar excursiones todos juntos.