VITORIA. La ayuda a las personas más desfavorecidas de la sociedad sigue siendo una realidad en Euskadi, pese a la crisis y las evidentes dificultades presupuestarias. Las políticas sociales desplegadas por las distintas administraciones de la CAV (Gobierno Vasco, diputaciones, ayuntamientos, etc) han mantenido intacta la red de seguridad del colectivo más vulnerable. No solo no se ha quitado una sola plaza, sino que Euskadi destinó el año pasado 46 millones de euros para atender a 2.187 personas sin techo, lo que supone casi el 23% del gasto realizado en todo el Estado español, según la encuesta de Recursos para Personas sin Hogar realizada por el Eustat.
Se trata de una inversión nada desdeñable si se tiene en cuenta que el peso de la población vasca representa menos del 7% del conjunto del Estado. En declaraciones a DNA, el consejero de Empleo y Políticas Sociales, Juan María Aburto, quiso destacar que estos datos "ponen de relevancia el compromiso de las administraciones públicas vascas con las personas que peor lo pasan", sobre todo, dijo, "en un momento en el que la crisis está azotando fuerte y está golpeando a la gente que es más vulnerable". Según destacó, el resultado de la estadística hecha pública por Eustat pone de manifiesto que el conjunto de las administraciones públicas vascas "han asumido el compromiso de cubrir los servicios más básicos a estas personas, que son los servicios de alojamiento y manutención".
Desde su punto de vista, el hecho de que la inversión pública a este fin represente el 23% del total de las ayudas a las personas sin hogar del Estado "quiere decir que lo estamos haciendo muy, muy por encima del resto de comunidades autónomas", lo cual es "un motivo para felicitarnos, pero sin caer en la autocomplacencia". Asimismo, Aburto puso en valor "la alianza" entre las administraciones y los organismos del tercer sector que trabajan directamente con quienes menos tienen. Para Aburto, el hecho de que la inversión vasca a los sin techo represente casi un cuarto de la aportación global del Estado "demuestra una vez más que cuando en esta comunidad se habla de recortes, no es verdad". En este sentido, declaró: "Aquí no se ha quitado una sola plaza para personas en riesgo de exclusión social y además se está generando empleo".
Según el Eustat, para la atención a personas sin hogar desde los centros de servicios sociales de Euskadi trabajaron 2.114 personas, de las cuales el 46% fueron asalariadas, en su mayoría contratadas a jornada completa (69%) y mujeres (63%).
Los centros que refuerzan la oferta invernal contra el frío se encontraban activados en diciembre, había 586 plazas de alojamiento y 535 personas pasaron la noche en ellas, por lo que la ocupación fue del 91%. Se prestaron 957 servicios de restauración en las 518 plazas de comedor disponibles y se proporcionó el desayuno al 80% de las personas que pernoctaron en estas instalaciones.
Por otra parte, la atención a personas sin vivienda se realizó desde 152 centros que ofertaron 2.214 plazas. Un total de 52 de estos centros ofertan como un único recurso su red de pisos. La mayoría de estos centros no estaba orientada hacia ningún sector de población específico, aunque había algunos para personas con antecedentes delictivos, con problemas de drogodependencia, de alcoholismo, etc y, de forma especial, pisos de acogida para mujeres y alojamientos de transición para jóvenes que han cumplido la mayoría de edad.
"compromiso moral y político" La financiación pública constituyó la fuente de financiación única en el 60% de los centros y la mayoritaria en el 24%. El 71% de los centros de titularidad privada fue financiado mayoritariamente o en su totalidad por la administración pública, que corrió a cargo del 82% del gasto realizado en ellos.
Pero más allá de los datos concretos, para Aburto "el sostenimiento del sistema de protección social que hemos creado en este país está contribuyendo de una manera notable a la cohesión social y está haciendo que la cohesión social en Euskadi sea mucho más importante y tenga mucho más calado que en el resto del Estado". Por último, del responsable de Acción Social incidió en el mensaje del compromiso social: " Lo que trasladaría es que merece la pena hacer el esfuerzo, un esfuerzo que se hace no solamente por una obligación o un compromiso moral, sino también por un compromiso político que demuestra que cuando se dice que las personas son lo importante en Euskadi es una realidad".