Bruselas. Para encontrar en Europa una tragedia ferroviaria mayor que la vivida el pasado miércoles por la noche en Galicia hay que remontarse hasta junio de 1998. En esa fecha murieron en Alemania 101 personas y otras 88 resultaron heridas a consecuencia del descarrilamiento del tren de alta velocidad que unía Munich y Hamburgo, cuando circulaba a 200 kilómetros por hora por la localidad de Eschede. Este triste récord mortal se acerca bastante al balance que de momento deja el Alvia accidentado en la curva de A Grandeira. De hecho, según las estadísticas de la Agencia Ferroviaria Europea, que recoge datos desde 1980, se trata ya del accidente más grave registrado en la UE en los últimos 15 años.

Este negro balance conmocionó ayer a toda Europa, informativos y portadas abrían ayer con la noticia y originó una cascada generalizada de mensajes de solidaridad y condolencias. Desde el presidente de la UE, Herman van Rompuy, hasta el de la Eurocámara, Martin Schulz, el de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, o el secretario general de la Alianza Atlántica, Anders Fogh-Rasmussen, expresaron su dolor, consternación y apoyo a las víctimas y sus familias. Unos a través de comunicados institucionales y otros por carta, como el dirigente portugués que en una misiva remitida a Mariano Rajoy expresaba su "profunda tristeza" por el terrible accidente. "La gravedad del accidente, la muerte de tantas personas y el número de heridos es una tragedia para España y para Galicia y me suscitan una conmoción especial", explicó. En el mismo tono se pronunciaron otros mandatarios como el francés, François Hollande, la canciller Angela Merkel, el belga Elio di Rupo y muchos ministros europeos.

Desde la Comisión Europea quisieron subrayar ayer que el tren es uno de los modos de transporte más seguros, solo por detrás del avión, y que, pese a la magnitud de la catástrofe, España es uno de los países con menor riesgo de muerte en accidente ferroviario de toda la Unión Europea. Concretamente y según datos del período 2009-2011, se sitúa en novena posición si se tiene en cuenta el número de fatalidades por cada millón de kilómetros recorridos por todos los trenes en el país, por detrás de países como Francia o Alemania, pero por delante de una gran mayoría en la que figuran Suecia, Finlandia, Austria, Italia, Bélgica o los países del este de Europa, que son los que registraron las estadísticas más preocupantes en este terreno. Entre ellos, Lituania, donde el riesgo es de 2 muertes por cada millón de kilómetros recorridos por todos los trenes en el país; Polonia con 1,4 y Estonia y Rumanía, con un riesgo de 1,3, muy lejos del 0,16 de España y del 0,31 de media en la Unión Europea.

2.342 accidentes en 2011 Las estadísticas de la agencia ferroviaria europea también muestran que la posibilidad de accidente mortal es mayor para los viajeros españoles si se tiene en cuenta el riesgo individual en el período 2006-2011 -resultado de dividir el número de fatalidades entre los kilómetros recorridos por los pasajeros- ya que mientras la media europea se sitúa en 0,16 y de 0,36 en el caso español, el noveno más elevado de toda la UE. Según el último informe sobre seguridad, publicado cada dos años por la UE, en 2011 se produjeron 2.342 accidentes ferroviarios con el resultado de 1.183 muertos y 1.032 heridos, cifras inferiores a las de años anteriores y que suponen una caída anual del 6%. El grueso de las muertes se produjeron por suicidio, por acceder a las vías o en los pasos a nivel.

A la luz de esta última tragedia, la Comisión Europea insistió ayer en que lo importante ahora es dejar a las autoridades españolas que lleven a cabo su investigación sobre causas del accidente antes de determinar si son necesarias nuevas medidas para mejorar la seguridad de la red europea. "Solo entonces sabremos si es necesario tomar medidas a nivel europeo", advirtió ayer el comisario de transportes, Siim Kallas. Según confirmaron desde el Ejecutivo comunitario, el tramo en el que descarriló el Alvia no contaba con el sistema europeo de gestión del tráfico ferroviario, el sistema de frenado automático que se ha empezado a introducir en la red europea para mejorar la seguridad, aunque aclararon que tampoco hay plazos obligatorios para ponerlo en marcha. Es más, consideran que el Estado español, pese a la catástrofe, es uno de los alumnos más aventajados.