GASTEIZ. Este informe ha sido analizado hoy por el Consejo Vasco de Familia, órgano consultivo encargado de canalizar la participación de los agentes sociales en el diseño de las políticas públicas sobre familias.

El estudio destaca el empeoramiento de las condiciones de vida de la población menor de 14 años como consecuencia de la crisis económica.

Así, más de 33.000 menores de 14 años viven en una situación de riesgo de pobreza de mantenimiento, lo que representa el 11,8 % de esa población. El umbral de pobreza de mantenimiento se sitúa en Euskadi en 855 euros/mes, para una persona, y en 1.500 euros/mes, si son cuatro las que viven bajo el mismo techo.

Otro 10,5 % vive en una situación de ausencia de bienestar (1.165 y 1.970 euros, respectivamente), mientras que el 77,7 % restante vive en una situación de bienestar (21,5 puntos más que en 1996, aunque 0,4 puntos menos que al inicio de la crisis, en 2008).

Para los autores del estudio, la huella de la pobreza sobre las condiciones de vida de los niños es indiscutible.

Si en el año 2000, los mayores de 65 años representaban el 27 % de todas las personas en riesgo de pobreza de Euskadi, doce años más tarde apenas representan el 12 %.

En el lado opuesto se sitúan los menores de 14 años, que han pasado del 14 % al 21%, y también los menores de 35 años, que ya superan el 50 % del conjunto de personas en situación de pobreza.

Según estos datos, podría concluirse que el perfil de la pobreza en Euskadi se está trasladando hacia la población infantil y juvenil.

Respecto a los grupos de riesgo más afectados, los datos ponen de manifiesto que la situación más desfavorecida corresponde a los niños pertenecientes a familias inmigrantes, con tasas de pobreza real del 41 % frente al 4,6 % de las autóctonas (sus tasas de riesgo apenas han variado durante la crisis y son sensiblemente más bajas que a mediados de los años 90).

También resultan particularmente afectadas las familias monoparentales (32 %) y las numerosas (25 %).

A pesar de todo, el informe señala que el actual sistema vasco de ayudas a las familias y de prestaciones sociales está contribuyendo a contener las tasas de exclusión y pobreza infantil de Euskadi, situándolas por debajo de las cifras del Estado y de la media europea.

En el primero de los casos las diferencias son muy significativas, ya que las tasas de pobreza infantil en Euskadi son un 50 % inferior a las españolas.

Con relación a los demás países de Europa, dichas tasas están en una posición intermedia, similar a la de países como Francia y Reino Unido, y muy superior a los países del área mediterránea.

Extrapolando las cifras al conjunto de la población, la situación de Euskadi también es comparativamente mejor a la del Estado, de forma que la incidencia de la pobreza y la exclusión en Euskadi (19,9 % en 2012) es 7,1 puntos inferior a la de España.

Respecto a los casos de pobreza grave (hogares cuya renta está por debajo del 40% de la media), el porcentaje se sitúa 6,6 puntos por debajo del indicador del Estado.

El informe destaca el positivo efecto del sistema de Renta de Garantía de Ingresos (RGI) para reducir las desigualdades y contener situaciones de pobreza y ausencia de bienestar entre la población infantil.

De hecho, constata que este tipo de prestación social ha posibilitado la reducción del 30 % de la pobreza de los menores en Euskadi, si bien el 26 % de las familias en situación de pobreza real no accedió a ella por diferentes razones en el último año.