florida. El exvigilante voluntario hispano George Zimmerman, de 29 años, fue declarado ayer "no culpable" de los cargos de asesinato en segundo grado y homicidio involuntario que se le imputaban por la muerte en 2012 en Florida (EEUU) del adolescente negro desarmado Trayvon Martin.
Ninguno de los testigos que compareció en el juicio de casi cinco semanas vio cómo se originó la reyerta que acabó con la vida del muchacho negro estudiante de Bachillerato. La Fiscalía había retratado a Zimmerman como alguien que "se creía un policía", que "se tomó la justicia por su mano", cuando vio a Martin caminando bajo la lluvia, y asumió que el chico "no era para nada bueno".
La versión de Zimmerman sobre su actuación en defensa propia se fundamentó en que Martin le pegó un puñetazo en la nariz, le empujó y, al caer al suelo, el muchacho se sentó a horcajadas sobre él y comenzó a golpearle y sacudir su cabeza contra el suelo, por lo que tuvo que dispararle. El exvigilante mantuvo siempre que disparó en defensa propia contra Martin, quien regresaba de noche a la casa de la pareja de su padre y caminaba por la urbanización de la población de Sanford, en el centro de Florida (EEUU).
gran controversia El caso Zimmerman ha tenido una gran repercusión mediática en EEUU y ha reabierto el debate en torno a la desigualdad racial, los derechos civiles y el uso de armas en legítima defensa. De hecho, durante la jornada de ayer se sucedieron varias manifestaciones en distintas ciudades del estado de California, la mayoría de ellas pacíficas, protestando contra su absolución.
Hace un año las principales protestas se produjeron después de conocerse que la policía de Sanford no había arrestado a Zimmerman, al considerar que no había pruebas que contradijeran su declaración.
El juicio también ha tenido un amplio eco en las redes sociales, donde los usuarios han mostrado su descontento.