Vitoria. Bizigune limitará a 450 euros el precio máximo que abona mensualmente a los propietarios que hayan cedido sus viviendas vacías a este programa del Gobierno Vasco para fomentar el alquiler. No será la primera medida adoptada en este sentido ya que, a comienzos de la anterior legislatura, esa cantidad fue rebajada desde 750 a los 600 euros actuales.

Este ajuste tiene su razón de ser en las condiciones por las que atraviesa el mercado libre del alquiler y, de paso, para enviar un mensaje a navegantes "emitiendo señales al mercado sobre el nivel de precios del alquiler". Esos mismos argumentos a favor de esta medida ya fueron utilizados por el anterior Ejecutivo para aplicar esa rebaja.

La novedad en esta ocasión, marcada por la austeridad, reside en la optimización y en la contención del gasto público ya que el funcionamiento de este programa social tiene un coste para las arcas vascas que es economizable. Así, tal y como explicaban fuentes del Departamento de Empleo y Asuntos Sociales, se persigue "mejorar la eficiencia del gasto, buscando hacer más con un empleo menor de recursos públicos".

No hay que olvidar que, de forma resumida, la diferencia entre la renta que Alokabide (Sociedad Pública del Gobierno Vasco que gestiona Bizigune) paga al propietario y la que cobra al inquilino corre a cuenta de los presupuestos asignados al departamento.

"Entre la renta que Alokabide abona al propietario -hasta ahora un máximo de 600 euros- y la que cobra a sus inquilinos -media ligeramente por encima de los 300 euros mensuales- se produce un diferencial negativo de aproximadamente 300 euros por mes y por vivienda que el departamento de Empleo y Asuntos Sociales cubre mediante subvención a la explotación de Alokabide, junto con el resto de gastos de estructura y de gestión del programa", describían.

Teniendo en cuenta que el parque de pisos incluidos en Bizigune es de 5.277, el resultado de la operación matemática es clarificador: más de un millón y medio de euros de ahorro en cada mensualidad y cerca de los veinte por ejercicio.

Los inquilinos, igual Esta modificación, sin embargo, no tendrá repercusión en los recibos de los inquilinos ya que las condiciones de acceso a este programa siguen siendo las mismas que las diseñadas en el año 2003, fecha en la que surgió Bizigune. Esto es, pagan el 30% de los ingresos anuales del conjunto de personas que residan en la casa. "El cobro a inquilinos no ha variado en la vida del Programa", subrayaban a este periódico desde el departamento de Empleo y Asuntos Sociales al tiempo que concretaban que la media de este año en la Comunidad Autónoma Vasca son 294 euros por mes, frente a los 314 pagados en 2010, por ejemplo.

Gipuzkoa es el territorio histórico donde esta modalidad del alquiler social será más cara este año: 301 euros frente a los 267 de Álava que, precisamente, es el que presenta un mejor índice de ocupación (90,48%) de las viviendas incluidas en Bizigune pertenecientes a ese herrialde. Según datos facilitados por el departamento de Empleo y Asuntos Sociales, en tierras alavesas hay 893 pisos, en Gipuzkoa 1.265 y en Bizkaia, donde la tasa de ocupación es la más baja (89,13%) hay censadas 3.119 viviendas.

Entre mayo y diciembre del presente ejercicio vencerán un total de 714 contratos con propietarios que, en caso de querer ser renovados, deberán asumir las nuevas condiciones económicas. El departamento entiende que, pese al ajuste a la baja del precio máximo, obtienen una rentabilidad de su inmueble deshabitado sin riesgo ya que Alokabide garantiza al titular de la vivienda el pago puntual de la renta y la devolución de la misma en buenas condiciones al finalizar el contrato; y, además, se encarga de todas las gestiones en relación al inquilino.

"El precio del mercado libre incluye el riesgo económico asociado al estado actual del mercado de la vivienda, y el riesgo es inexistente en el caso de Bizigune, por lo que debe existir un importante diferencial entre uno y otro, al recoger expectativas de rentabilidad y recuperación muy diferentes, con niveles de riesgo para los propietarios radicalmente distintos", resumían desde el equipo de Juan María Aburto.

El alquiler, prioritario Solo entre enero y mayo de este año ya se han firmado 32 contratos nuevos con propietarios. Y la previsión que maneja el departamento de Empleo y Asuntos Sociales para este 2013 es engordar el parque de viviendas destinadas al alquiler social hasta las 5.400 unidades. No en vano, Bizigune nació con el objetivo de movilizar los inmuebles vacíos para facilitar su uso a personas cuyos recursos económicos no son suficientes como para acceder a un piso en el mercado libre.

"La apuesta por el alquiler es clara y, aunque se ha ralentizado momentáneamente la captación en Gasteiz, no ha disminuido ni el número de contratos gestionados con propietarios ni los contratos firmados con inquilinos. Se continuará con la incorporación de viviendas tanto del parque de viviendas vacías como del parque propio con el objetivo de satisfacer las necesidades de vivienda de los colectivos más desfavorecidos, garantizando siempre los derechos de los arrendatarios y de los propietarios", apostillaban desde el Gobierno Vasco.