vitoria. Hay cuestiones que abruman. Entre ellas, la capacidad de ciertas personas a la hora mantener su rango pese a ser devaluados por la sociedad. Es el caso de Luis Viana, otrora diputado foral de Promoción Económica del Ejecutivo del popular Javier de Andrés, cargo que tuvo que abandonar hace escasos meses, crisis de gobierno mediante. El caso es que después de su salida de la Diputación, su formación, el Partido Popular (PP), no se ha olvidado de él. Todo lo contrario. Diferentes nombramientos han logrado mantener al interesado en altos niveles de protagonismo, al menos, en lo figurativo y en lo económico. La última circunstancia surgida en este sentido, tal y como ha podido conocer DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, es la de su nombramiento como presidente del Consejo de Administración de la empresa Araba Logística. Ésta es la firma que gestiona Arasur, plataforma logística de primer orden situada en Rivabellosa y que acostumbra a protagonizar titulares en los últimos tiempos por su controversia con los rectores del Puerto de Bilbao, que han decidido habilitar su puerto seco en Pancorbo en vez de en el recinto alavés.

Sea como fuere, lo cierto es que la decisión del Consejo de Administración de Araba Logística, en el que se encuentran Abertis, Kutxabank, Gobierno Vasco y la Diputación alavesa como accionistas, llegó hace varias semanas. En ella se apostó por el nombramiento de Viana en sustitución de José Alberto Barrena Llorente. Según fuentes conocedoras de la operación, Viana, en principio, accede al cargo gracias a la propuesta de la citada entidad crediticia, en la que ocupa la vicepresidencia segunda. En principio, el cargo no contemplaría remuneraciones fijas ni poder ejecutivo, ya que la gerencia de la citada empresa permanecería en manos de Fernando Hernández.

Esta situación llega después de la salida de Viana del equipo de gobierno de la Diputación y tras un polémico regreso a su puesto como inspector auxiliar de Tributos en el Departamento foral de Hacienda. También llega después de que el PP le rescatase de su plaza de funcionario y le recolocara como asesor económico en el Parlamento Vasco. Según adelantó este diario hace unos meses, tal sucesión de circunstancias respondía a una estrategia interesada de la formación conservadora y del mismo Viana para que éste pudiera ostentar el cargo de vicepresidente segundo en Kutxabank, un puesto no ejecutivo del que Viana sólo cobrará en base al régimen de dietas al mismo tiempo que pueda tener un sueldo como liberado en el grupo popular del Parlamento de Vitoria.

Para asumir este nuevo cargo en la Cámara vasca, el exdiputado se acogió a la fórmula de servicios especiales, una posibilidad que contempla la ley para garantizar su plaza en la Diputación a su regreso. En principio, el contrato de Viana en el Parlamento expirará cuando concluya la presente legislatura. Desde el punto de vista político la decisión estaba prácticamente cantada. Asumir cualquier otro destino laboral como una asesoría en las Juntas Generales, por ejemplo, hubiera generado un clima de crispación nada deseable teniendo en cuenta que a finales del pasado mes de noviembre Viana se libró de una moción de censura por parte de la oposición. "Ese ruido no le iba a interesar para nada ni a él ni a su partido", explicaba un juntero a este diario.