LLEIDA. Según ha informado este viernes la policía catalana, el detenido, de 68 años y vecino Tornabous, realizó 22 operaciones por valor de 280.000 euros, siempre de madrugada o fuera del horario comercial, aunque solamente tres fueron autorizadas, consiguiendo ingresar 25.510 euros.

Los investigadores sospechan que el empresario --al que arrestaron el 15 de mayo-- contrató datáfonos con la intención de utilizar tarjetas clonadas para obtener dinero de forma fraudulenta, por lo que le imputan un delito de estafa bancaria.

La investigación arrancó a principios de mayo cuando los Mossos recibieron una denuncia de una entidad bancaria por un uso fraudulento de un datáfono instalado desde marzo en esta empresa, que llevaba años operando sin terminal.

Los Mossos, tras solicitar información a otras entidades de control de pago con tarjeta, descubrieron que la empresa disponía de otro datáfono de otra entidad con la que presuntamente también había realizado operaciones fraudulentas.

El detenido --que quedó en libertad con cargos tras declarar en comisaría-- en total utilizó nueve numeraciones de tarjetas, y repitió operaciones con la misma numeración y tan solo horas de diferencia.

La operación sigue abierta ya que los investigadores no descartan la participación de terceras personas con conocimientos específicos en la obtención de numeraciones de tarjetas bancarias extranjeras y su clonación.