vitoria. La sociedad municipal Ensanche 21, que nació para gestionar la expansión de la ciudad por Salburua y Zabalgana y para acometer las grandes obras públicas de la capital alavesa, agoniza como un enfermo moribundo. Con media Corporación a favor de liquidarla y delegar sus competencias en el Departamento de Urbanismo -lo que redundaría en una transparencia que se ha echado de menos durante los tiempos del boom de la construcción-, la sociedad vegeta como un muerto viviente, sin actividad, pero con gastos corrientes que satisfacer, casi 200 millones de euros en ladrillo paralizado, 20 millones de deuda con los bancos y una pella de casi 40 millones con los proveedores.
Según el balance de la empresa y su cuenta de pérdidas y ganancias correspondiente al año 2012, documentos a los que ha tenido acceso DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, el año pasado Ensanche 21 perdió 2,8 millones de euros, tras un 2011 en el que ganó 1,2 millones. La principal razón de los números rojos de la sociedad municipal es que sus ventas durante 2012 fueron igual a 0, mientras que en 2011 se recaudaron por esta vía 3,2 millones de euros. La empresa redujo de forma drástica la compra de pisos terminados, de suelo y el consumo de las urbanizaciones ya construidas, y se le inyectaron 2,4 millones en dinero público, un aporte de vitaminas que en 2011 no se produjo. Sin embargo, el gasto en salarios creció de 1,094 millones de euros a 1,4 millones, perdió 223.000 euros en operaciones comerciales (en 2011 no se fue dinero por esta vía), y además aparece en la cuenta de resultados el apéndice otros gastos de gestión que supuso la salida de 1,4 millones de euros para saldar las cuentas de la Arich, la Agencia de Revitalización del Casco Histórico, un gasto que en 2011 no se produjo. Los ingresos financieros -los derivados de los intereses por préstamos concedidos-, se desplomaron (de un millón de euros en 2011 a 287.000 euros), y en cambio los gastos financieros -los intereses que paga- crecieron de los 138 euros de hace dos ejercicios a los 37.000 euros de 2012.
El balance Sin embargo, es en el activo corriente de la sociedad municipal donde se encuentra su auténtico problema. Ensanche 21 posee 195,4 millones de euros en terrenos rústicos (10 millones), solares urbanizables (38 millones), solares en curso de urbanización (84,5 millones) e inmuebles terminados (61,9 millones). Hace una década, un patrimonio de ese calibre era un tesoro, hoy supone un quebradero de cabeza, un peso en la mochila del que es imposible deshacerse.