un grupo de internos del centro penitenciario de Zaballa, acompañados por el capellán Patxi Martínez Bujanda, completaron esta semana a golpe de rejón la plantación de viñedo en la finca experimental El Chispial, en Laguardia. La primera parte del trabajo la realizó una empresa especializada con equipo de alta tecnología: un láser conectado a un satélite que permitió al tractorista realizar los surcos con separaciones constantes y en perfecta línea recta. En esa tarea también estuvo presente el personal técnico de la Casa del Vino de Laguardia, encargado de la preparación técnica de la parcela.

Según explica el experto Antonio Remesal, "se trata de una parcela experimental para que el agricultor pueda ver la evolución del material vegetal in situ. Lo ideal "es que la parcela está aquí mismo y cuando los agricultores vengan a la Casa del Vino a realizar sus gestiones pueden ver el comportamiento y el estado fenológico de la vid. Por ello hay plantas más tempranas y otras más tardías; el agricultor puede comparar y ver el comportamiento en cuanto a calendario, producciones, rendimientos y en el futuro calidad". Sobre esto último, Remesal comenta que "tenemos idea de hacer microvinificaciones, de elaborar el vino resultado de las parcelas, pero eso será en el futuro, al menos dentro de tres años, cuando la parcela esté en producción".

También se baraja la difusión con carácter formativo de las experiencias que se extraigan de esta iniciativa, "sobre todo de las nuevas variedades blancas, que el agricultor conoce menos. Trataremos de ensayar diferentes sistemas de poda, y novedades en cuanto al cultivo, ya que la parcela tendrá la calificación de ecológica, así como la aplicación de las nuevas técnicas que vayan apareciendo. El viñedo tendrá también cubierta vegetal".

La plantación de la finca se ha distribuido en tres bloques, según explicaba otro de los técnicos, Egoitz Mendia. El primero recoge las 14 variedades autorizadas en la Denominación de Origen, de las que nueve son variedades blancas y cinco variedades tintas. El segundo bloque es una colección de 20 clones o distintos tipos de variedad de tempranillo que han sido seleccionados por distintos organismos o viveros. Finalmente, el tercero es una colección de ocho portainjertos o patrones comerciales sobre los que está injertado una variedad tempranillo, el clon RJ-43.

El lugar de la plantación es una gran finca de 5.000 metros cuadrados, de los que se separaron 1.000 para construir la actual Casa del Vino, que hasta 1999 estuvo en el Palacio Samaniego, situado en la plaza de San Juan de Laguardia. El resto de la parcela, que suponen cuatro mil metros cuadrados, era una superficie libre, aunque en la actualidad, al fondo y a la izquierda, hay plantados una colección de melocotoneros rescatados para investigación, con los que se procederá a la valorización del melocotón de viña.