VITORIA. "Entro a trabajar a la misma hora que un francés, pero salgo dos horas más tarde y encima me dicen que produzco menos". Miren no sale de su asombro y está convencida de que, o las cosas no funcionan bien, o ella tiene el ritmo cambiado. Las nuevas modalidades de jornada para diez mil funcionarios vascos que podrán elegir libremente entre tres tipos de jornada laboral -partida, mixta y continua- y tendrán la opción de flexibilizar sus horarios de entrada y salida, reabre un viejo debate sobre la flexibilidad de horarios y la conciliación laboral y familiar.
Un estudio que el año pasado presentó el departamento vasco de Empleo sobre los modelos horarios, ponía de manifiesto que el 40% de los trabajadores está poco o nada satisfecho con sus horarios, y que el 58% de los empleados tiene una jornada partida, con un parón de dos horas de media para comer. En líneas generales, esto supone entrar a las 9.00 horas y salir a las 19.00 horas. Además solo el 11% de las mujeres de entre 15 y 64 años que trabaja a tiempo completo tiene un ritmo de trabajo que le permite conciliar su vida familiar y laboral frente al 26% de media en la Unión Europea, según datos del Eurostat.
El Gobierno Vasco elaboró una estrategia para fomentar la introducción paulatina de un cambio de horarios en las empresas de Euskadi, que no se ha cumplido. De hecho, alguna de las firmas que participaba en esta experiencia piloto como la guipuzcoana Lazpiur, aseguró el jueves no haber iniciado aún la medida. Euskaltel fue otra de las empresas que participó en la iniciativa del Ejecutivo de Gasteiz. Partía de una jornada continua rígida (con pausa para comer) y se decidió suprimir esa pausa, con lo que los empleados pueden adelantar de una manera importante la hora de salida. Sin embargo, su departamento de Recursos Humanos aseguró a este periódico que "no existe ninguna similitud entre nuestro modelo de jornada con el sistema de flexibilidad horaria del Gobierno Vasco". En Euskadi otras firmas como Idom o Iberdrola pueden presumir de horarios chicle.
Entre las ventajas que contempla la circular de los empleados públicos para conciliar vida laboral y familiar figura que aquellas personas que tengan que atender a familiares con dificultades de movilidad o enfermedad grave acreditada, podrán disponer de una flexibilidad de hasta dos horas más en las entradas y salidas. En los casos en los que se realice un horario flexible, el tiempo restante hasta completar la jornada semanal se recuperará mensualmente. Finalmente, el personal que tenga menores o familiares a su cargo, podrá pedir una reducción.
Aunque con una tasa de desempleo superior al 27%, la calidad del trabajo pueda parecer un factor menor, no lo es. Ignacio Buqueras, presidente de la Comisión Nacional de los Horarios Españoles y su Normalización, asegura que "partimos de la idea que la permanencia en el puesto de trabajo se asocia a mayor productividad, cuando está demostrado que los empresarios que apuestan por la flexibilidad y por horarios más razonables para su plantilla consiguen mayor eficiencia, un ahorro importante en capítulos que suponen mucho gasto como la energía, y un mayor cuidado del capital humano que redunda en mayor rendimiento".
El cambio de paradigma
"Gracias a las mujeres madre"
El IESE señala por ejemplo en su Barómetro de conciliación 2012 que la conciliación laboral aumenta en un 19% la productividad de las empresas, atacando por lo tanto a uno de los supuestos problemas endémicos de las empresas españolas: la baja productividad de sus trabajadores. Además reduce el absentismo en casi treinta puntos.
Por su parte, Nuria Chinchilla, que lleva más de veinte años diciendo en voz alta que toda empresa que no es flexible es simplemente ineficiente, afirma que el problema radica en que hay que pasar de ese paradigma economicista a uno humano. "Solamente en la medida que tengamos empresas especialmente flexibles podremos tener mujeres que tengan tiempo para otras cosas, no solo para la familia, también para la política u otros temas". Aunque Chinchilla considera que el País Vasco está mejor posicionado en este terreno que España, aclara que el cambio más profundo se produjo en 2002, tras la ley de 1999, la primera de conciliación trabajo-familia. "Las mujeres madre demostraron que era factible hacer las cosas de un modo más flexible y abrieron la puerta a que más gente pudiese hacer más elástico su trabajo".
Los datos de Eurostat ponen de relieve que solo las mujeres de ocho países de la UE se benefician en menos proporción que las españolas de horarios flexibles en el caso de los empleos a tiempo completo para poder afrontar sus responsabilidades familiares y sociales. Por delante, las mujeres de Finlandia (53%), Suecia (49%), Dinamarca (43,9) y Alemania (38,9%), que son las que disfrutan en mayor proporción de horarios más relajados.