Vitoria. Suele ocurrir que cuando peor van las cosas en una sociedad, más responden sus ciudadanos ante las llamadas a la solidaridad. Por ello, la tercera edición del Txoripintxo Solidario de DIARIO NOTICIAS DE ÁLAVA que se celebrará el día de San Prudencio en las campas de Armentia ha de ser un rotundo éxito del que se beneficiarán las personas más desfavorecidas del territorio, aquellas que tienen que recurrir al Banco de Alimentos de Araba para poder comer. Desgraciadamente, el trabajo de esta ONG se ha multiplicado en los últimos años como consecuencia de una crisis económica que no da tregua, y toda ayuda es poca. Qué mejor forma de colaborar con esta causa, por tanto, que degustar uno de estos modestos pero exquisitos manjares por el precio de un euro más la voluntad.

Todo lo que se recaude durante un día en el que el sol, si se deja ver, llenará las campas y será el mejor colaborador, irá a parar íntegramente al Banco de Alimentos; los gastos de organización del evento correrán a cargo de sus patrocinadores. Junto a este diario, Radio Vitoria, Panaderías El Talo, Lankide y Bell Comunicación son quienes este año han hecho posible la instalación del puesto que, junto a la basílica, estará atendido durante todo el día por personal de El Talo y por voluntarios del Banco de Alimentos a quienes se podrá preguntar por el destino concreto de los fondos recaudados. La Junta Administrativa de Armentia, por su parte, ha organizado por su cuenta una chuletada y costillada solidaria, hitos que son habituales por parte de esta institución local.

Al margen de la ayuda a quienes más lo necesitan, esta tercera edición del Txoripintxo cuenta con un aliciente extra; cada uno de estas delicias llevará en su interior un pequeño papel en el que el consumidor podrá encontrarse un premio. También los hinchables que DNA instalará en las campas de Armentia servirán para aportar fondos al Banco de Alimentos. A cambio de lo que quieran aportar, los niños y niñas que se acerquen a Armentia podrán brincar hasta quedar exhaustos.

Una muestra del trabajo que desarrolla el Banco de Alimentos de Araba y en el que se va a invertir la recaudación de este día de San Prudencio se puede encontrar en el Ayuntamiento de Llodio. El Consistorio lleva varios años colaborando con la ONG, y a través de ella lleva a cabo repartos de productos alimenticios provenientes de los excedentes generados en el ámbito de la Unión Europea y de la donación solidaria en campañas de recogida de alimentos.

En concreto, a lo largo de 2012 se realizaron cuatro repartos, entregándose cerca de 39.000 kilogramos de alimentos de primera necesidad que beneficiaron a un total de 248 familias, o lo que es lo mismo, a 706 personas.

En Vitoria, por su parte, el Banco de Alimentos reparte comida a miles de personas a través de asociaciones como Cruz Roja, Cáritas o AGLE, la Asociación Alavesa de Trabajo Social. El momento actual es especialmente delicado, cada vez hay más alaveses en situación de desempleo y, cuando se acaban las prestaciones por paro, la lucha por la supervivencia abarca incluso al ámbito de la alimentación. Según explicaba Cáritas a este periódico hace un año -y la situación ahora no es precisamente mejor- en la capital alavesa hay menores de edad que no están correctamente alimentados por la falta de recursos de sus familias, un hecho prácticamente inédito en Vitoria desde la posguerra.

Con los excluidos Si este año toca ayudar a quienes se encargan de dar comida a los alaveses que carecen de ella, el Txoripintxo Solidario del año pasado destinó su recaudación a Bizitza Berria, que obtuvo 1.288,49 euros llamados a paliar la situación de las personas excluidas del sistema y en una situación de indigencia extrema. La asociación dirige programas individuales de orientación, asistencia y acompañamiento personal a quienes han perdido sus lazos afectivos y en muchas ocasiones sufren problemas de adicciones.

Similar cometido cumple Bultzain, la beneficiaria del primer Txoripintxo Solidario, el del 2011. Más de 2.000 euros se recaudaron entonces para esta ONG gracias a que, al contrario de lo que ocurrió el año pasado, el sol se unió a la fiesta. Bultzain acoge a aquellas personas que, por problemas de salud mental o alcoholismo, o por ser inmigrantes discapacitados y sin recursos, no son capaces de someterse a las reglas de los centros de acogida institucionales. La asociación procura facilitar su integración sociolaboral y conseguir que estas personas accedan al mercado laboral. Cada vez, sin embargo, según explican desde la web de Bultzain, son más quienes acuden a los centros de inclusión por pura y simple pobreza, sin un problema que la haya desencadenado más allá de la propia situación económica del país.