Bilbao. El Departamento de Educación del Gobierno vasco ultima un decreto que regulará el régimen disciplinario de las competiciones de deporte escolar dentro y fuera del terreno de juego. La nueva norma está en su última fase de tramitación a la espera del informe de la Comisión Jurídica del Gobierno vasco para su posterior aprobación en el Consejo de Gobierno. Actualizará el listado de infracciones y sanciones aplicable a los y las jóvenes deportistas para garantizar el fair play dentro de la competición. Además, por primera vez, el Gobierno vasco velará porque el ejercicio de los entrenadores sea el adecuado para evitar que se puedan producir excesos contra los menores en el entrenamiento o en la vida de club.

La nueva norma responde a una recomendación del Ararteko por la que ya en 2011 advertía al Gobierno vasco de que debía revisar el actual régimen disciplinario, sancionando todos los comportamientos censurables que tengan lugar "en todos los momentos, espacios y contextos en que se realice la práctica deportiva". La recomendación de Iñigo Lamarca nace de la "preocupación" trasmitida a la Oficina de la Infancia y Adolescencia por distintas vías (quejas particulares, reuniones con asociaciones educativas, contraste con expertos) después de haber observado ciertas conductas reprobables "por excesivas" por parte de algunos entrenadores hacia los menores para incentivar su competitividad.

En este sentido, el Ararteko apunta que bajo el argumento de "llevar al límite" al menor para animar "la superación personal y la explosión del potencial existente", algunos entrenadores caen en "comportamientos intimidatorios, humillantes, denigrantes, con sanciones desproporcionadas etc". No obstante, Lamarca reconoce que estas prácticas abusivas son excepcionales en el deporte escolar en Euskadi ya que "la gran mayoría de estos entrenadores y entrenadoras desarrollan con toda corrección su función de dirección de la práctica deportiva de niños, niñas y adolescentes". El problema es que el cuerpo normativo que regula el deporte escolar en Euskadi es bastante profuso en cuanto a las normas que deben regir una competición pero no se pronuncia respecto a lo que sucede en otros contextos deportivos, como en los entrenamientos.

Algunas asociaciones o clubes deportivos vascos han resuelto esta laguna a través de sus estatutos, en los que recogen desde los valores por los que se funciona la entidad hasta los comportamientos considerados inadecuados y los procedimientos para solventar problemas de esta índole. Aun así, el Ararteko considera que la vía estatutaria no deja de ser "una solución particular que no exime a las administraciones públicas vascas competentes de trasponer a su normativa reguladora ese espíritu educativo que postula como orientador del deporte escolar en todo su extensión, sin limitaciones a momentos o contextos concretos".

criterios educativos Aunque por el momento se desconocen los detalles del anteproyecto, el nuevo decreto establece que los criterios bajo los que se interpondrán las sanciones a los deportistas serán "de carácter educativo, preventivo y correctivo" y que los procedimientos disciplinarios conjugarán rapidez y eficacia con la protección de las personas interesadas. En una respuesta al parlamentario del PP Carmelo Barrio, la consejera de Educación, Cristina Uriarte, anuncia que el actual Departamento hace suyo el trabajo iniciado por el Gobierno de Patxi López, que elaboró el borrador del decreto que se pretende aprobar tras haber celebrado varias reuniones con las tres diputaciones forales, que serán las encargadas de aplicar la nueva normativa disciplinaria.

La naturaleza educativa que, al parecer, caracterizarán las sanciones coincide con la opinión mayoritaria de la población vasca. El último estudio realizado por el Gabinete de Prospección Sociológica del Gobierno vasco, referente a datos de 2011, demuestra que el 33% de los vascos opina que la violencia que se vive en las instalaciones deportivas los fines de semana se debe a la falta de educación y el 25% a la conducta hooligan que despliegan los padres, por un 12% que cree que las agresiones se deben a la excesiva competitividad de los menores.

En opinión de los encuestados, las vías más efectivas para combatir el juego sucio son la educación en valores (para el 30%) y los programas de concienciación a las familias de los jugadores. Solo un 11% considera que endurecer las sanciones son la vía para atajar la violencia. Aun así, la mayoría considera que hay que intentar erradicarla del deporte escolar, no en vano, desempeña un papel fundamental en la educación integral del menor .