vitoria. Al farmacéutico José Rovira el advenimiento de la República le pilló en Vitoria. El experto tenía pensado ofrecer la conferencia Estupefacientes, morfina, cocaína en el Casino Artista Vitoriano el sábado 11, un día corriente de la España borbónica, pero una indisposición le obligó a aplazarla hasta el viernes 17, ya con el rey en el exilio y la República instalada.
Por cierto, que según narraba La Libertad, a Alfonso XIII le tapizaron su habitación del Hotel Maurice de París -seguramente la más lujosa de las 25 que reservó el monarca- de rojo y gualda. El paso de la familia real por Vitoria camino del exilio, y el de los políticos exiliados de regreso a Madrid, fue otro de los episodios reseñables de aquella agitada semana en la Gasteiz de 1931. Afirmaba La Libertad que el rey tenía bien cubiertas las espaldas para sobrevivir en el exilio. "La fortuna de don Alfonso se eleva a la suma de dos millones de libras esterlinas, invertidos en valores ingleses y americanos", señalaba el rotativo citando a otros medios.
Por otro lado, el epicentro de la vida vitoriana era entonces la calle Dato, más aún que hoy en día, y ahí es donde tocaba disfrutar del día de fiesta sobrevenido con el nuevo régimen. "De nueve a diez de la mañana la calle Dato se hallaba tan animada como a la hora del paseo ordinario. Tiendas y comercios tampoco abrieron, excepto los comercios de ultramarinos y algunas peluquerías. Puede decirse que el aspecto era totalmente de día de fiesta", señalaba la prensa, donde se daba cuenta además del debut del Deportivo Alavés en la Copa de España, que se saldó con un empate a dos ante el Sabadell.