gasteiz. Que un país como China (1.300 millones de habitantes) jugará un papel fundamental en un futuro no muy lejano es una certeza ya asumida hace tiempo por la comunidad internacional. Exactamente igual que la necesidad de conocer su idioma para entablar relaciones comerciales, un aspecto fundamental que cada día lleva a millones de personas a tratar de conocer los pormenores de esta lengua. En Vitoria hace ya un tiempo que este fenómeno es habitual. Academias y centros se encuentran inmersos en una fiebre idiomática donde predominan no ya los idiomas habituales (inglés, francés y alemán), sino los pertenecientes a países emergentes como China o Rusia o potencias como Japón. En principio, las clases y cursos están dirigidos a profesionales con algún tipo de vinculación con estos países, pero los hay que han decidido ir un paso más allá. Es el caso de las escuelas infantiles Kimba, que el próximo curso ofrecerá en sus centros como actividad extraescolar clases de chino mandarín a niños a partir de 3 años. El programa, impartido por una profesora nativa, incluirá tanto contenidos lingüísticos, como actividades lúdicas que servirán para conocer la historia, la cultura y las costumbres de la que se prevé se convierta en la primera potencia económica en los próximos años. >A.G.
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