vitoria. Que una empresa lleve al Ayuntamiento de Vitoria a los tribunales es una mala noticia. Que lo haga cuando por el mismo caso hay un precedente de derrota para la Administración local, todavía peor. La compañía Autobuses Hermanos Arriaga ha decidido acudir a los tribunales después de que el gabinete de Javier Maroto haya desestimado por la vía administrativa su petición de anular la contratación de Cuadra para realizar el servicio de transporte de personas mayores de sus domicilios a los centros de ancianos y adjudicárselo a ella. El Consistorio desechó su oferta, pese a ser la mejor valorada técnicamente, por considerar que presentaba una rebaja "temeraria", algo que la demandante niega dada su "demostrada solvencia".

El anuncio de que la empresa y el Consistorio gasteiztarra se verán finalmente las caras en un juicio se dio a conocer ayer en la comisión de Asuntos Sociales, de la mano del PNV y el PSE. El grupo nacionalista advirtió de que "ya son dos las veces que este concurso ha terminado en los tribunales, por lo que igual habría que darle una vuelta". Los socialistas recordaron que el anterior episodio se dio durante la legislatura que ellos gobernaron, y acabó con "doce millones de pesetas que tuvo que pagar el Ayuntamiento". La concejal del PP Ainhoa Domaica reprochó a ambos grupos que pudieran estar cuestionando el criterio de los técnicos que desecharon la oferta de Autobuses Arriaga, convencida de que no hay que ponerse en el peor de los escenarios. Si se rechazó esa propuesta, "con una baja del 28% respecto a la ganadora", fue porque "no daba garantías" de que luego el servicio operara correctamente. "El ahorro que ofrecía era muy jugoso y lo cómodo hubiera sido cogerlo. ¿Pero y si luego no funcionara bien? ¿No me acusarían de haber primado lo económico?", inquirió la edil.

Autobuses Hermanos Arriaga alega "arbitrariedad" en un proceso que hizo ganadora a una empresa con peor valoración técnica. Según explica, de acuerdo a las cláusulas de contratación sólo en el supuesto de existir igualdad de condiciones técnicas entre los licitadores podría considerarse "anormal o desproporcionada" una oferta. Sin embargo, en el expediente no consta dicha circunstancia, ya que Autobuses Arriaga "obtuvo mayor puntuación". Las ofertas de las otras dos aspirantes también juegan un papel importante en el conflicto. La demandante advierte de que si se hubieran abierto los sobres de las otras dos, "como manda la normativa", se habría constatado que éstas "presentaban bajas del 22% y 25%". "Y si hacemos propuestas así no es para perder dinero, sino porque son factibles", sostiene.