ciudad del vaticano. El Vaticano denunció ayer una campaña difamatoria contra el Papa sobre su actuación durante la dictadura argentina y aseguró que las acusaciones "no tienen base, provienen de una izquierda anticlerical para atacar a la Iglesia y no hay motivos para arrojar sombras sobre la figura de Francisco". Así lo manifestó el portavoz vaticano, Federico Lombardi, en la misma mañana en la que el papa Francisco recibió a todos los cardenales, a los que exhortó a "no caer" en el pesimismo y encontrar todos los días la valentía de llevar el Evangelio a todos los rincones de la tierra. "La campaña contra Jorge María Bergoglio es bien conocida y se remonta desde hace varios años. La lleva a cabo una publicación caracterizada por campañas a veces calumniosas y difamatorias. La matriz anticlerical de esta campaña y de otras acusaciones contra Bergoglio es notoria y evidente", dijo.
El portavoz precisó que las acusaciones se refieren a la época en la que el ahora Papa no era ni siquiera obispo, sino superior de los Jesuitas en Argentina y se asegura que no protegió a dos sacerdotes que fueron secuestrados durante la dictadura. "Nunca ha habido una acusación concreta, creíble, contra él. La justicia argentina lo interrogó una vez pero como persona informada de hechos y jamás fue imputado por algo", subrayó el portavoz, que agregó que el mismo papa ya negó, "de forma documentada", las acusaciones.
Lombardi dijo asimismo que Bergoglio "hizo mucho para proteger a las personas durante la dictadura" y una vez nombrado arzobispo de Buenos Aires "pidió perdón en nombre de la Iglesia por no haber hecho bastante durante ese periodo. "Las acusaciones deben rechazarse con firmeza", añadió.
En medio de la polémica, el jesuita Franz Jalics, uno de los sacerdotes secuestrados por la dictadura argentina siendo Jorge Mario Bergoglio Provincial de Buenos Aires de la orden, vive en Alemania y está "en paz" con el Papa Francisco, según fuentes de la orden.
"Está en paz con Bergoglio" El sacerdote, desde 1978 en Alemania y actualmente en la pequeña localidad bávara de Wilhelmsthal, junto a Kronach, viajó hace unos años a Buenos Aires, por invitación del arzobispado de la capital argentina, y "abordó la cuestión", indicaron fuentes de esa orden en Múnich a la edición digital del semanario Der Spiegel. "Está en paz con Bergoglio", añade el portavoz jesuita, Thomas Busch, sin especificar el contenido de la conversación. Jalics fue secuestrado en 1976, junto con el también jesuita Orlando Yorio, cuando ambos ejercían en una villa miseria bonaerense en tiempos de la dictadura argentina (1976-1983).
La cuestión de la presunta colaboración del Papa Francisco con la Junta, concretamente en ese caso, fue unos años atrás abordada por el periodista argentino Horacio Verbistky y ahora resurgió tras la elección del pontífice.
El propio Bergoglio contestó a las acusaciones en 2010, en el libro El jesuita y rechazó tal colaboración.
Por su parte, la presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, señaló que la organización que preside va a dar un voto de confianza al Papa Francisco en "esta nueva misión", a pesar de cuestionar su papel en la Iglesia Católica argentina durante la última dictadura militar. "Como por naturaleza nos inclinamos a dar un voto de confianza, le damos un voto de confianza en esta nueva misión", dijo.