gasteiz. Xanti Aranburu, "a media jornada" responsable de formación de las ikastolas de Euskal Herria y profesor de Filosofía en la ikastola de Andoain, comparte con DNA los objetivos de esta veterana cita, que cumple ya 20 ediciones y arrancará a las 9.30 horas. Koldo Tellitu, presidente de Ikastolen Elkartea, la nueva consejera vasca de Educación, Cristina Uriarte, y diversos conferenciantes entre los que destaca David Altimir, directivo de la Fundación catalana Rosa Sensat, serán algunos de los rostros más destacados de esta primera jornada del encuentro, que concluirá mañana por la tarde.

¿Qué importancia tiene sobre la educación de los niños esta etapa de cero a seis años?

Hemos decidido incidir en ella porque, entre otras cosas, tenemos clarísimo que la persona realmente se va construyendo durante esos años. De hecho, se dice que entre los cero y los ocho hemos aprendido prácticamente el 80% del conocimiento que vamos a tener durante el resto de nuestra vida.

¿Qué destacaría de cada una de las dos jornadas del encuentro?

La primera estará dedicada a las características generales de esta etapa y a esa seguridad afectiva que tenemos que dar a los niños durante ella. En la segunda, haremos un trabajo más específico sobre la importancia que tiene la comunicación en todo su ámbito, no sólo la idiomática sino también la gestual. Además de traer expertos, lo que siempre intentamos provocar es que haya distintas experiencias de nuestras ikastolas para contrastarlas y que en grupos de entre 40-50 personas las escuchemos y añadamos a nuestras mochilas para empezar a trabajar con ellas a partir del viernes.

¿Destacaría alguna de las experiencias que se mostrarán?

Una está basada en la propia administración de espacios en el aula, en ir trabajando con determinados tiempos para trabajar áreas diferentes. Incluso la propia construcción de los espacios ha sido diseñada con una arquitectura especial, como ha sucedido en la ikastola Arizmendi de Arrasate o en Aranzadi (Bergara). Además de ésas, también tenemos un proyecto muy bonito y novedoso de la ikastola Iñigo Aritza, de Altsasu, en la escolarización de cero a tres años. Son ideas nuevas pero, a su vez, prácticas para poder llevar a cabo en cada centro. También vendrán centros de Iparralde. En total, serán ocho o diez ikastolas contando sus experiencias.

El objetivo primordial es, por tanto, ofrecer herramientas útiles y prácticas a los educadores.

El objetivo tiene, por lo menos, dos indicadores. Uno de ellos es resaltar y dar a conocer a la sociedad que, realmente, esta etapa y sus trabajadores son de vital importancia. Son quienes ayudan e incentivan a nuestros niños y niñas a construir su personalidad y a vivir la experiencia de la educación desde un punto de vista positivo. Queremos dar un mensaje favorable sobre esos educadores, que a lo mejor muchas veces se nos ocurre pensar que no hacen más que cantar y jugar. El segundo objetivo es, evidentemente, alimentar a esos educadores, directores y coordinadores y a los que hoy en día son estudiantes para que se lleven con ellos ideas prácticas para poder trabajarlas desde ya, sin tener que hacer grandes cambios. Renovar ideas e intercambiarlas.

Desde luego, en estos 20 años que han pasado desde las primeras Jornadas Pedagógicas la situación del euskera y las ikastolas ha variado sustancialmente.

Las ikastolas hoy en día no sólo somos trabajadores del euskera en la enseñanza, sino que creamos espacios innovadores de pedagogía y metodología. Además, añadimos a toda esa metodología un material propio, elaborado por nuestros profesores, para poder llevarlo a cabo en el aula. Para poder trabajar ese material y esa metodología e ir añadiendo novedades, tenemos un plan de formación que año tras año se va renovando. En cuanto al propio uso del euskera, sigue siendo un reto muy importante porque el niño no sólo debe hablarlo en el aula sino que hay que intentar incorporarlo al nivel que se pueda para los padres. Tenemos incluso cursos para que éstos puedan jugar, hablar, ver y contrastar los materiales que tenemos aun sin tener un conocimiento exquisito del euskera. Hoy por hoy, seguimos teniendo un material totalmente innovador en la ESO e intentamos ser la vanguardia de los movimientos pedagógicos que se dan en Europa. Y, sobre todo, estar comunicados con otras autonomías y estados, porque sirve para traer ideas.

La euskaldunización ha crecido muchísimo en Álava, pero aún cuesta oír el idioma en la calle.

Sí, quizá es la provincia que necesite más tiempo para lograrlo. Es verdad que las ikastolas y toda la comunidad educativa, no sólo la red pública sino también la concertada, lleva ya mucho tiempo euskaldunizando a mucha gente. Álava se ha euskaldunizado en su gran mayoría y el modelo D sigue teniendo un auge principal. Y estamos convencidos de que hoy en día el salto que tiene que dar la sociedad con el euskera es al ámbito laboral, al social, a la calle. Que el euskera no se haya convertido únicamente en un idioma que sirva para el núcleo familiar o el centro escolar. Ése es el salto que tenemos que dar y que el Gobierno Vasco debe promocionar. En Álava seguramente tendrá que poner algún acento complementario y dar algún tipo de ayuda más, reincidir, y habrá que dar un tiempo más prolongado para obtener los objetivos que ya se dan en otras provincias como Gipuzkoa.