DE entrante, albóndigas a la carne de caballo, y de postre, pastel de chocolate con trazas de contaminación fecal. Este sería el menú de la peor pesadilla de un chef. El mal sueño, pero real, lo está pasando ahora la cadena de muebles Ikea, que ha visto cómo en pocos días se ha relacionado dos de los productos de sus áreas de restauración con irregularidades alimentarias.
A la retirada de las albóndigas y salchichas en las que se detectó carne de caballo, la empresa sueca une ahora la supresión en sus menús de las tartas de chocolate y caramelo que comercializa en los restaurantes de sus tiendas en 23 países. La medida se ha adoptado después de que las autoridades sanitarias chinas requisaran a finales del pasado año cerca de dos toneladas de estos postres importadas desde Suecia, por detectar en ellas altos niveles de bacterias coliformes, lo que puede indicar una contaminación fecal. La empresa asegura que ninguno de los lotes de la partida que pudiera estar afectada por el mismo problema ha llegado al Estado español, por lo que el producto se mantiene aquí a la venta.
Esta variedad de postres de Ikea la fabrica íntegramente un proveedor sueco, Almondy, con el que la empresa está trabajando para averiguar qué ha pasado. La cadena asegura que los niveles de bacterias detectados son tan bajos que no suponen riesgo para la salud, y que en todo caso ninguno de los lotes de la partida afectada ha llegado a ninguno de sus restaurantes.
"Compramos el chocolate a un único proveedor. Que este es de alta calidad, que se realizan controles en todos los almacenes, y que se siguen las reglas son obviamente asuntos importantes", ha dicho a la agencia de noticas TT una portavoz en Suecia de la compañía, Ylva Magnusson. La denuncia partió del diario Shanghai Daily, que informaba que las autoridades chinas habían encontrado un alto número de bacterias de origen intestinal en tortas importadas de Suecia.
El consorcio Ikea ha negado que, como aseguraba el diario chino, se tratase de bacterias Escherishia Coli y ha precisado que las autoridades chinas no han confiscado 1,8 toneladas de tortas, sino 1.800 tortas. No obstante, Ylva Magnusson ha admitido, en declaraciones a los medios, que es "completamente inaceptable" que en alimentos ofrecidos por los restaurantes del consorcio se hayan superado los límites de bacterias precisados por la regulación sanitaria.
Por su parte, Ikea Ibérica ha asegurado que en el Estado español "no hay" ningún producto proveniente de los lotes afectados por las trazas de bacterias coliformes. Ikea se vio obligada recientemente a cambiar de proveedor cárnico tras detectarse trazas de carne de caballo en albóndigas y salchichas. Esta ha sido la amarga guinda al pastel de los incidentes de la mítica firma sueca.