ZAMORA. Según la sentencia, facilitada hoy por fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL), el Supremo no ha encontrado argumentos para estimar el recurso de casación interpuesto por Giménez Arbe contra la sentencia de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Zamora en abril de 2012, por delitos de robo con violencia, lesiones y tenencia ilícita de armas.

La condena se refiere al robo que "El Solitario" perpetró en una sucursal de Caja Rural en Toro el 18 de mayo de 2007, en la que entró disfrazado con "una peluca y barba postizos, gorra tipo castizo gris y gafas, ocultando o disimulando los verdaderos rasgos", según detalló la sentencia de la Audiencia Provincial de Zamora.

"El Solitario" se acercó al mostrador identificado como caja de la sucursal y enseñó el revolver que llevaba bajo la americana a uno de los trabajadores.

Después, Jaime Giménez Arbe amenazó con la pistola a uno de los clientes de la sucursal que se encontraba detrás de él, "diciéndole que no le mirara a la cara, que se diese la vuelta y mirara al techo o al suelo", según se recoge en la sentencia.

Después accedió a la zona de trabajo de la caja y robó 6.000 euros de los cajones y acto seguido disparó a la pierna del empleado al que amenazó en principio diciéndole que eso era "por no darle más dinero" y huyó en una furgoneta blanca.

En el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Zamora, el tribunal condenó a Giménez Arbe a "cinco años de cárcel por un delito de robo con fuerza en las cosas con la agravante de disfraz, a cinco años y medio de cárcel por un delito de lesiones y a dos años y medio de cárcel como autor de un delito de tenencia ilícita de armas", además de la obligación de indemnizar al trabajador herido con 39.870 euros.

Tras la notificación de la sentencia, el abogado de "El Solitario" presentó un "recurso de casación por infracción de ley, de precepto constitucional y quebrantamiento de forma" ante la Sala Segunda del Tribunal Supremo, que ha sido desestimado por este tribunal.

Además, el Supremo obliga a Giménez Arbe a asumir las costas procesales ocasionadas por el recurso.