Madrid. La paralización temporal de las obras en un tramo del Tren de Alta Velocidad y la reducción general del ritmo de ejecución de esta infraestructura en los ramales alavés y vizcaino han causado la lógica y "natural" preocupación en el Departamento de Medio Ambiente y Política Territorial del Gobierno Vasco, a pesar de que cuenta con el "compromiso" de la ministra de Fomento para que la Y ferroviaria vasca siga siendo una "prioridad".

Mientras Adif sigue hablando de "ralentización del ritmo de ejecución" como consecuencia del recorte presupuestario, algunas de las empresas adjudicatarias se han visto obligadas a parar temporalmente o a adjudicar menos operarios a las obras hasta que desde Madrid se les habilite más presupuesto. La noticia de la paralización de los trabajos entre Lemoa y Galdakao contrasta con el mensaje que la ministra de Fomento, Ana Pastor, transmitió a la consejera de Medio Ambiente, Ana Oregi, en la entrevista que mantuvieron en Madrid a principios de febrero. En esa reunión Pastor confirmó a la consejera que se mantendrían "los ritmos de trabajo e inversiones" de la Y.

Sin embargo, apenas dos semanas más tarde la realidad desmintió a la ministra y dejó en evidencia que los fuertes recortes presupuestarios aplicados por el Gobierno español en la dotación para la línea ferroviaria de alta velocidad tenían unas consecuencias claras: la drástica reducción del ritmo de trabajo en la Y vasca y la paralización de tramos en ejecución a la espera de que las empresas que los realizan reciban nuevos pagos.

Tras conocer esta situación, el Departamento de Medio Ambiente se puso en contacto con los responsables de la zona norte de Adif, quienes aseguraron "que no hay suspensión de contratos". Desde el Gobierno Vasco recuerdan "que recientemente, en una reunión mantenida en el Ministerio de Fomento entre la Ministra Pastor y la Consejera Oregi, se garantizó la continuidad del compromiso del Gobierno de España en el desarrollo de la Y ferroviaria vasca". No obstante, hace unos días las empresas constructoras recibieron indicaciones de Adif en las que se les ordenaba ralentizar sus trabajos en el corredor Gasteiz-Bilbao. Según fuentes del sector, las empresas constructoras que trabajan en la Y ferroviaria mantenían un ritmo de trabajo del 70% de su capacidad máxima, que es una cifra alta, pero ahora han tenido que atenuar la actividad hasta el 15%. Desde Adif justifican la "ralentización" por los recortes presupuestarios y apuntan que en aquellos tramos que cuentan con financiación europea es más probable que se mantenga un ritmo más fuerte y las obras sigan avanzando según el calendario previsto inicialmente. La orden para que las constructoras bajen el ritmo de trabajo tiene como objetivo evitar la terminación y correspondiente certificación de obras que Adif no podría pagar en el momento correspondiente debido a la falta de presupuesto.

sin fondos Ahora se ha demostrado que el compromiso de Ana Pastor con la Y ferroviaria vasca carecía de base financiera incluso en el momento en que lo reiteró ante Ana Oregi, pues ya se sabía que los 190 millones de euros presupuestados este año para el TAV -un 40% menos que en 2012- son insuficientes para mantener el ritmo de adjudicación y de ejecución de ejercicios anteriores. Estos recortes y la imposibilidad de que Adif los compense emitiendo deuda se traducen no sólo en una ralentización del ritmo de obra y en aplazamientos de licitaciones, sino también en un retraso general de la finalización de la infraestructura.

La consejera de Medio Ambiente reconoció ante el Parlamento Vasco que el TAV no estará concluido para el año 2016, como estaba previsto, y que aunque ahora resulta muy difícil establecer fechas definitivas, la Y vasca no podrá finalizarse antes de 2018. Eso sí, Ana Oregi puntualizó que la culpa de este retraso de un mínimo de dos años es achacable en exclusiva al Ministerio de Fomento y, por tanto, al Gobierno español, responsable de la ejecución de los ramales de Araba y Bizkaia y del nudo de conexión con Gipuzkoa. Ya que las obras del ramal guipuzcoano, que realiza el Gobierno Vasco, están en plazo. Precisamente esta semana, el PP ha rechazado en el Congreso la petición del PNV de que el Ejecutivo vasco asuma la construcción de los tramos en Bizkaia, de la misma forma que se hace en Gipuzkoa.

Por su parte, la ministra rehusó este martes en Bruselas responsabilizarse de la paralización de las obras en Euskadi y afirmó que si hay algún "problema administrativo" con la financiación del TAV vasco "lo deben resolver los gestores del proyecto", que no es otro que Adif, que depende totalmente de su Ministerio.