vitoria. La reacción de la capital y de su Consistorio ante un nuevo episodio de nevadas por fin dio sus frutos. Un ejército de operarios y de máquinas tomaron las calles durante todo el fin de semana y el lunes para mantener operativa la ciudad pese a la constante nieve caída y al hielo derivado de la bajada de temperaturas. Y lo lograron con solvencia. Sin duda, la forma de encarar la meteorología adversa de las últimas horas nada tiene que ver con lo vivido hace dos semanas, cuando la ciudad entró en caos por la acumulación de una decena larga de centímetros de nieve y por la inoperancia del Gobierno municipal, que actuó tarde y mal frente a ella. Ayer había quitanieves, palas, sal y salmuera suficientes como para capear el temporal con ciertas garantías. También había nueva portavoz gubernamental a la hora de informar sobre las adversidades climáticas. La cuestionada Marian Castellanos -amortizada tras la acumulación de críticas por la gestión de la anterior nevada- ha dado paso en tales menesteres a su compañera Leticia Comerón, concejal de Vía Pública, Aparte, el equipo de gobierno municipal, en manos del PP, se preocupó muy mucho de informar casi al segundo en las redes sociales sobre cada uno de los pasos dados por el equipo antinevadas. Seguramente, la publicidad no suma brazos a la hora retirar la nevada de las calles, pero ayuda a mejorar la imagen del Ejecutivo local. En cualquier caso, la efectividad en la retirada de los copos en la capital no pudo trasladarse al resto del territorio histórico, donde las condiciones sí que provocaron ciertas incidencias, sobre todo, en el tráfico. Incluso, vías prioritarias tuvieron crisis puntuales por la conjunción de hielo y la nieve y por la sucesión de varios accidentes de tráfico.
Según indicó el Departamento vasco de Seguridad, en la AP-68, en el término municipal de Zambrana, un turismo volcó y ocupó un carril en sentido hacia Vitoria. Además, en la zona cercana al peaje, la autopista padeció momentos puntuales de acumulación de precipitaciones y de ralentización de la circulación para facilitar el trabajo de las quitanieves. Aparte, en la A-1, en el municipio de Barrundia, hubo problemas con otro vehículo, que quedó cruzado ocupando un carril en dirección a Irun. Ya en Vitoria, la autovía vivió momentos de intensas nevadas y de placas de hielo, que requirieron mucha precaución. En la misma vía, aunque ya en suelo guipuzcoano, se dieron episodios de tráfico muy lento en el puerto de Etxegarate.
En la red secundaria, hubo varias cimas que tuvieron que cerrarse y otros en los que fue necesario el uso de cadenas. Estuvieron vetados a todo tipo de vehículos los puertos de Orduña, Herrera y Altube, así como el guipuzcoano de Karabieta. Además, en Opakua se restringió el paso a camiones y articulados, situación que se reeditó en una pléyade de cimas en el resto de la CAV -Arlaban, Elgeta, Erlaitz, Leintz Gatzaga, Astorikagana, Balcón de Bizkaia, Bikotzgane, Gautzegaraigane y San Miguel-. En todos ellos, los turismos pudieron circular, aunque con cadenas o neumáticos de invierno. Asimismo, necesitaron dispositivos para la nieve en todos los vehículos en Bernedo, Vitoria y Zaldiaran.
Tales han sido las condiciones vividas a lo largo y ancho del fin de semana que, en apenas 24 horas, los integrantes del Equipo de Respuesta Inmediata de Cruz Roja tuvieron que intervenir en diversas ocasiones. Desde la medianoche del domingo, la institución benéfica prestó ayuda a media docena de personas que experimentaron problemas con sus vehículos en las calles de Vitoria. Todas las incidencias fueron atendidas por un grupo de veinte voluntarios equipados con tres todoterrenos (dos en Vitoria y uno en Ayala).
Este dispositivo se sumó al dispuesto por el Ayuntamiento de la capital alavesa que, desde la noche del domingo, habilitó 12 máquinas con sal y salmuera para recorrer las principales calzadas de la capital, con especial incidencia en cuestas, pendientes, acceso a los polígonos industriales, viales prioritarios, entradas a colegios y recorridos del transporte urbano. Desde el Consistorio se decidió mantener el dispositivo invernal desde las 20.00 horas del domingo. Ayer, sin ir más lejos, desde las seis de la mañana, casi un centenar de operarios de limpieza abrían camino en aceras del Ensanche y del Casco Viejo. Una hora más tarde, en torno a las siete de la mañana, se unieron al dispositivo 21 máquinas y 21 operarios con palas, para trabajar sobre aceras en toda la ciudad. Para continuar con la labor de quitar el manto blanco, el Ayuntamiento tenía previsto también incorporar alrededor de las siete y media a 150 trabajadores municipales. Además desde las 22.00 horas del domingo, tres vehículos de bomberos y 12 máquinas con sal y salmuera recorrían los principales calzadas.
Aparte, y ante el anuncio de la intensificación del temporal a partir de las 18.00 horas de ayer, el Gabinete del alcalde, Javier Maroto, había trazado un plan de refuerzo ante hipotéticas eventualidades. En ese sentido, el Consistorio reforzó el dispositivo activado desde el pasado viernes intensificando los turnos de la Policía Local con un total de hasta 40 agentes -diez más por turno-.
Incidencias en las calles Pese a todo el trabajo desarrollado, hubo una serie de incidencias, como cada vez que la nieve cambia la fisonomía urbana de la ciudad. Así, los Bomberos tuvieron que cerrar puntualmente la calle Cuchillería para trabajar en la retirada de nieve de tejados como el de la Casa del Cordón. Esa misma tarea la reeditaron en distintos edificios repartidos por toda la geografía local para evitar la caída de grandes bloques helados desde los tejados. Asimismo, hubo calles que se cerraron puntualmente, como Santa María, en el Casco Viejo, afectada por placas de hielo. Lo mismo ocurrió con la plaza de Sefarad.
Aparte, la nieve también puso trabas en el camino de algunos estudiantes. Y eso pese a que, según apunta la Agencia Efe, la totalidad de los centros de enseñanza públicos abrieron sus puertas. No obstante, las malas condiciones meteorológicas provocaron, según el Departamento vasco de Educación, la menor afluencia de estudiantes. Algunos centros, como Gorbea e Izarra contaron con un 30% y un 22% menos de alumnos, respectivamente.
Por su parte, el Programa Operativo de Vialidad Invernal de la Diputación alavesa permaneció activado en fase de emergencia. Para ello, 53 personas y 22 equipos quitanieves tuvieron que lidiar con los elementos en las carreteras principales de la red viaria alavesa. Junto a ellos, las cuadrillas alavesas sumaron efectivos para tratar de mantener en condiciones las carreteras secundarias, que fueron las peor paradas por el temporal.
En cualquier caso, parece que los esfuerzos contra los efectos nocivos de la nieve podrán tomarse un respiro a partir de la tarde de hoy. En concreto, a partir de las 15.00 horas se rebajará el actual aviso naranja -máximo por detrás del rojo a la hora de identificar fenómenos meteorológicos adversos- por nieve a aviso amarillo, ya que la cota quedará por encima de los 500 metros.
Para hoy seguirá activada la alerta naranja por nieve pero sólo en Álava y hasta las tres de la tarde, ya que la cota se situará sobre los 200 ó 300 metros de altura, aunque ya a mediodía subirá hasta los 500 metros. A partir de las tres de la tarde se situará entre los 500 ó 600 metros, por lo que la alerta se rebajará para convertirse en aviso amarillo, que se mantendrá activo hasta mañana. Según Euskalmet, para el jueves se espera que la cota de nieve suba a 500 u 800 metros, habrá menos precipitaciones, y aunque las temperaturas mínimas bajarán ligeramente, las máximas podrían experimentar un pequeño ascenso.