Bilbao. Disfrutar con los amigos en un espacio privado donde resguardarse del mal tiempo incita a muchos jóvenes a alquilar una lonja con su cuadrilla. El reciente estudio Lonjas y Locales Juveniles en la CAPV, elaborado por el Observatorio Vasco de la Juventud entre el 23 de noviembre y el 4 de diciembre de 2012, ha desvelado que unos 62.000 chavales de Euskadi se reúnen con sus cuadrillas en locales alquilados. "Es el primer estudio global de los tres territorios y creemos que va a ayudar a los ayuntamientos, a las diputaciones, a los entes y a las personas que tratan con ellos", subrayó Jon Redondo, director de Juventud y Deportes del Gobierno Vasco.
"Estamos hablando del 20% de los jóvenes de Euskadi. Un 21% abarca Bizkaia, un 18% Gipuzkoa y un 16% Álava", explicó Redondo. Trasladados esos porcentajes al número de jóvenes, se refleja que en Bizkaia son 36.000 los que juegan a la play o simplemente están con los amigos, mientras que en Gipuzkoa son 18.000 y en Álava 8.000. Redondo añadió que el "25% de los que no tienen lonja, querrían tenerla lo que supone 85.000 jóvenes más". El informe también destaca que "el fenómeno de las lonjas está más extendido en las capitales y en los pueblos con más de 10.000 habitantes" que en los municipios con menor población.
Esta opción de ocio es "casi exclusiva de la CAV y Nafarroa", según Redondo, quien señaló una relación muy estrecha entre la "cultura de las sociedades gastronómicas" y las lonjas. "La gente mayor va a los txokos, a esas sociedades y los locales juveniles se pueden ver como una traslación a los jóvenes de esas acciones".
Lonjas y Locales Juveniles en la CAPV ha incidido en cuatro aspectos principales: la dimensión del fenómeno, es decir, el perfil de los usuarios de lonjas; el uso y funcionamiento, la imagen social y el papel de los ayuntamientos. A través de 1.500 llamadas telefónicas a jóvenes de entre 15 y 29 años, la entidad pública ha podido precisar el perfil de los chicos y chicas que acuden a las lonjas. Un 63% son chicos con una edad media de 21 años. Además, tres de cada cuatro son estudiantes y casi la totalidad de ellos (96%) viven con sus progenitores.
No estar en la calle cuando hace frío o llueve; disponer de un sitio privado, tener un lugar para estar con los amigos sin que nadie les controle o porque los bares son caros son las principales razones esgrimidas por los chavales cuando se decantan por alquilar una lonja.
Un dato relevante es que el 23% de los locales compartidos por jóvenes son "solo de chicos", mientras que los de mujeres representan el 9%. El resto son mixtos. Respecto al número de miembros, el estudio señala que el 46% tiene más de 15 integrantes mientras que los que superan las 25 personas alcanzan el 28%.
Aglutinar a una cuadrilla en torno al mismo espacio, en ocasiones, genera problemas de convivencia. Para evitar que estos conflictos surjan, el 94% de las lonjas tiene normas de funcionamiento y reparto de tareas y en un 92% de ellas las decisiones se toman en común. Las puertas abiertas a otras personas y su posicionamiento como punto de encuentro entre los amigos son otras de las características.
Una circunstancia que se repite en el 42% de los locales es que ese espacio es el punto de reunión de más de una cuadrilla. Las razones, mayoritariamente, son económicas. "En Gasteiz un alquiler de lonja puede estar en torno a los 600 euros al mes. Y entre más de una cuadrilla es más fácil pagar", afirmó Redondo. Encontrar una lonja no resulta difícil para los chavales ya que el 73% no tuvo ningún problema para alquilarla y los titulares del contrato, en un 63% de ellos, son uno o varios miembros del local. Sin embargo, cuando son menores de edad, los titulares cambian. "La media de edad de la primera lonja son los 17 años. Por eso, en esos contratos suelen ser los padres quienes aparecen", reseñó Redondo, que incidió en que una gran mayoría de los chavales asegura que no ha tenido problemas de convivencia ni con el propietario, ni con los vecinos de la lonja, ni con las entidades municipales, ni con los propios integrantes.
La responsabilidad que adquieren en una lonja resulta beneficiosa para el futuro. Tal y como señaló el director de Juventud y Deportes del Gobierno Vasco, ser consciente de la convivencia con los vecinos o pautas básicas de organización "tienden un puente" para cuando los jóvenes se emancipen.
Papel municipal Ruido a altas horas de la madrugada o comportamientos no adecuados se suelen asociar con las lonjas. Para prevenirlos, los propios jóvenes creen que los ayuntamientos tienen un papel importante, sobre todo, para evitar que comiencen los conflictos. "Solo un 17% de los jóvenes cree que los ayuntamientos no se deberían inmiscuir para nada en las lonjas", subrayó Redondo. La mayoría de los encuestados (45%) apunta a que el papel de los consistorios debería de ser "únicamente el de crear un registro de locales y establecer recomendaciones".
El informe también lanza peticiones a las entidades municipales que los jóvenes esperan que puedan cumplirse. Así, un 82% piensa que "los ayuntamientos deberían ofertar lonjas vacías a precios baratos para ser alquiladas por jóvenes". Además, un 78% de ellos cree que otro de los roles que tendrían que adoptar estos entes es el de "mediador" en caso de conflictos con los propietarios o los vecinos. Y por último, a un 44 % de los que tienen lonja y un 69% de los que no la tienen, reclaman que se "realicen campañas de prevención de riesgos en sexualidad y drogas".