Vitoria. "Situaciones como ésta, que es complicada para todos, nos pueden ayudar a pensar más y a reinventarnos no tanto como producto, sino en lo que ofrecemos al cliente", sintetiza Ezkurdia. El nuevo Plan Estratégico de Nekatur también contempla una importante batería de apoyos para el sector.

2012 ha sido un año terrorífico para muchos agroturismos alaveses. ¿Se puede achacar el bajón de ocupación sólo a la difícil situación económica y laboral o hay algo más?

El factor determinante es la situación económica. No hay que olvidar que nuestro principal cliente es de ocio, de turismo, para quien salir de casa unos días ya no es una primera necesidad. Y eso ha hecho que las familias reduzcan mucho sus gastos vacacionales. Los que antes podían hacer cinco salidas al año, ahora hacen tres. También se nota que los fines de semana hace no mucho eran de dos noches y ahora sólo de una... Ha sido un año complicado y en Álava especialmente después del verano, entre octubre y diciembre. En los puentes que hubo durante esos meses, la ocupación se redujo mucho respecto a otros años.

Si la cosa sigue así en 2013, ¿hasta qué punto es real el riesgo de cierre que amenaza a muchos establecimientos?

Lógicamente, para algunos propietarios la situación está siendo crítica. Los datos de entrada bajan, también las pernoctaciones... Sí es cierto que no ha habido un boom de nuevas plazas como hubo en 2005 y 2006, pero sí se han creado algunas. Y eso ha repercutido en la ocupación. Además, los propietarios están manteniendo los precios o bajándolos en los últimos años, o haciendo políticas de descuento, lo que está mermando la rentabilidad de la actividad. Y somos conscientes de que los próximos años también van a ser difíciles.

¿Qué medidas se están tomando desde Nekatur para apoyar a los propietarios?

En la medida de lo posible, desde el Plan Estratégico 2013-2016, hay una política de acción para intentar ayudarles a reducir los costes, como puede ser la calefacción de gasoil o la telefonía. Aquí intentaremos buscar descuentos grupales para reducir el gasto. También habrá una línea de acciones a través de campañas, de promociones y otras herramientas para ir fidelizando a los clientes que ahora mismo tenemos e ir tocando nuevos mercados. Uno de nuestros objetivos actuales es el cliente extranjero, porque económicamente está mejor que el estatal y nos puede ayudar a alargar las estancias medias.

Está funcionando muy bien el 'boca-oreja', toda una tabla de salvación para las casas rurales.

Sí, sí. Es una tema que nos ha funcionado desde siempre e indica que tenemos un producto bastante fidelizado. La gente que se aloja en nuestros establecimientos está muy a gusto y tiene una experiencia muy satisfactoria, por lo que recomienda a la gente de su entorno. Le damos una gran importancia a que se ofrezca un buen servicio y que las expectativas que tengan los clientes al hacer sus reservas se cumplan.

¿Es sencillo reinventarse en esta situación?

Situaciones como ésta, que es complicada para todos, nos pueden ayudar a pensar más y a reinventarnos no tanto como producto, sino en lo que ofrecemos al cliente. La línea de trabajo de los próximos meses no sólo debe ser ofrecer el dormir, una cama, sino un producto integral. Que el cliente pueda dormir, pero que también disfrute de nuestra gastronomía en los desayunos, que conozca algún recurso turístico próximo a su establecimiento, que visite a algún productor de queso Idiazabal que esté cerca... Un producto más integral y completo.

Le planteo un ejercicio para captar nuevos clientes: ¿Qué ofrece un alojamiento rural que no tenga un hotel ubicado en la ciudad?

Lo que nos diferencia respecto a otro tipo de alojamientos turísticos es que nos encontramos en un entorno natural, rural, donde estamos ofreciendo una tranquilidad y un paisaje. Quienes se alojan en los alojamientos rurales valoran muy positivamente el contacto directo con los propietarios. Son establecimientos pequeños en los que el contacto es cercano y en algunas ocasiones llega a convertirse en amistad. Además, no sólo ofrecemos una estancia, sino también una gastronomía, con platos típicos de aquí, elaborados con productos propios... También supone un gancho el valor arquitectónico y cultural de los establecimientos... y por supuesto la idiosincrasia de los vascos. Nuestra identidad, que es un elemento diferenciador frente a otro tipo de destinos.