MADRID. El titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 ha inadmitido este miércoles la querella presentada por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) contra el secuestrador del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara y contra todas aquellas personas que participaron en el acto que tuvo lugar el pasado 23 de octubre en una 'herriko taberna' en la localidad de Mondragón cuando el etarra abandonó el hospital Donostia de San Sebastián.

En un auto, el juez Ruz decreta el sobreseimiento libre y el archivo definitivo de las diligencias previas, después de que el fiscal le solicitara el rechazo de la querella al considerar que el acto de bienvenida tuvo un carácter "privado" al no producirse la difusión, exaltación o expresión pública que exige este delito.

El magistrado también ha tenido en cuenta el informe emitido por la División Antiterrorista y de Información de la Ertzaintza que determina que no existió comunicación alguna para una reunión o manifestación celebrada aquel día en Mondragón y que las personas que esperaban a Bolinaga en el bar Iratí formaron un "cordón de seguridad" para impedir el acceso de los periodistas y medios de comunicación al citado local, pretendiendo de tal manera asegurarse el carácter privado del acto de bienvenida a su lugar de residencia.

Los presentes no pusieron en marcha medios habituales, como carteles, convocatorias de prensa o anuncios, previos al recibimiento y tampoco han resultado corroborados los datos aportados en el escrito de querella que hablaban de que portaban banderas a favor de los presos de ETA y proferían expresiones como 'Jo Ta Ke, Irabazi Arte (dale hasta conseguirlo).

Según el informe, los asistentes portaron ikurriñas y banderas reclamando el acercamiento de los reclusos al País Vasco, "hechos de los que no puede predicarse más que su atipicidad".

El auto invoca también la jurisprudencia del Tribunal Supremo referente al delito de enaltecimiento del terrorismo que los querellantes imputaban a Bolinaga.

A este respecto, explica que el relato fáctico de la demanda y la investigación posterior realizada por la Ertzaintza no aportan indicios suficientes para estimar la concurrencia de un delito de enaltecimiento ya que debe realizarse por cualquier "medio de expresión pública o difusión, como puede ser un periódico o un acto público con numerosa concurrencia".

ACTO DE RECIBIMIENTO A LA SALIDA DEL HOSPITAL

El instructor entiende que no procede expedir testimonio de las actuaciones al Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria "a los efectos oportunos" como pedía el Ministerio Público visto el curso seguido por las actuaciones, que resultan archivadas al no concurrir elementos delictivos.

En el escrito al que ha tenido acceso Europa Press, el fiscal Daniel Campos destacaba la "irrelevancia penal" de los hechos denunciados al entender que el acto dispensado al preso fue "breve", se produjo "en las inmediaciones de su domicilio" de Mondragón (Guipúzcoa) y no buscaba "difusión pública" porque, de hecho, los convocantes prohibieron el acceso a los medios de comunicación.

El acto tuvo lugar a las 21.30 horas del 23 de octubre pasado en la 'herriko taberna' Irati del municipio guipuzcoano, donde un grupo de amigos del preso le recibió con ikurriñas y pancartas a favor del acercamiento de reclusos a Euskal Herria. Los concentrados, según la policía autónoma vasca, formaron un "cordón de seguridad" para impedir "el acceso de los medios de comunicación al local".

Según la AVT, que recordaba la prohibición impuesta a Uribetxeberria Bolinaga de participar en actos de enaltecimiento y legitimación de la violencia, en el interior del local se escuchó un 'aurresku' y se profirieron gritos como 'Jo ta ke, iribazi arte (Dale duro hasta la victoria final)', habitualmente utilizado por los simpatizantes de la banda terrorista ETA.

Uribetxebarria Bolinaga quedó en libertad el pasado 12 de septiembre después de que la Sala Primera de la Sala de lo Penal confirmara un auto del juez central de Vigilancia Penitenciaria, José Luis de Castro, en el que se acordaba la excarcelación del recluso por "razones humanitarias".