Madrid. El presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Gonzalo Moliner, anunció ayer que en el año 2012 han aumentado un 134,13% las ejecuciones hipotecarias (desahucios), un 52,38% los procesos monitorios y un 24,66 % los despidos, "con la consiguiente creación de un conflicto social".

Moliner ofreció esta cifras en su primera comparecencia ante la Comisión de Justicia del Congreso para presentar la Memoria del Poder Judicial de 2011, en la que también facilitó cifras correspondientes a este año. Aunque el número de asuntos que entraron en los juzgados disminuyó un 3,05% en 2012, los asuntos computados no figuran ni los procesos monitorios, ni las ejecuciones hipotecarias, que se han incrementado notablemente (52,36 % los procesos monitorios y 134,13 % las ejecuciones hipotecarias reales).

A la luz de estos datos, Moliner explicó que no ha descendido la litigiosidad "sino que se ha modificado la calidad de la misma, siendo sorprendente el incremento de las ejecuciones hipotecarias". Fuentes del CGPJ precisaron, no obstante, que esos datos sobre desahucios corresponden en gran medida a locales comerciales y solares, no solo a viviendas.

Y mientras las ejecuciones hipotecarias se acumulan en los juzgados españoles, sus efectos más dramáticos se siguen viviendo en a pie de calle. En menos de 24 horas dos personas se han suicidado en Málaga acuciadas por su situación económica: un camionero de 47 años y una mujer de 56 años. El sábado, un hombre que acumulaba deudas con una entidad financiera se quitó la vida en la localidad de Ardales, pese a haber llegado a un acuerdo amistoso hace unos meses para la dación en pago de su vivienda. El alcalde del municipio, Juan Calderón, informó ayer que el hombre, J.G., estaba casado y tenía dos hijos.

El fallecido era un camionero que atravesaba una "situación complicada" porque solo trabajaba uno de los cuatro miembros de su familia. Al saber de la situación económica en la que se encontraba, hace unas semanas el alcalde le comentó que la Junta de Andalucía ha puesto en marcha unas oficinas para evitar desahucios, aunque éste no se mostró interesado, según el regidor. El suceso ha conmocionado este municipio de 2.600 habitantes.

Ahogados por las deudas Fuentes de Unicaja confirmaron ayer que pese a la deuda no se había ninguna carta de desahucio ni se llegó a hacer requerimiento alguno. El hombre tenía diversas deudas e hizo una refinanciación y una moratoria con la entidad, y en el momento del suceso tenía cuatro cuotas impagadas. De hecho, el pasado octubre el matrimonio y sus dos hijos firmaron una carta para la dación en pago de la vivienda de forma amistosa y en estos momentos estaban estudiando la fórmula del alquiler social.

Un día antes, una mujer de 56 años murió en Málaga capital al arrojarse desde un cuarto piso, acuciada por problemas económicos, según vecinos de la fallecida. Aunque se había apuntado la posibilidad de que la mujer estuviera pendiente de un desalojo, sobre el domicilio familiar no pesaba ninguna orden judicial relativa a una ejecución hipotecaria, según fuentes judiciales. La víctima tenía a su cargo a su madre, de 96 años, enferma e impedida en una cama.