vitoria. "Las Juntas Generales de Álava, en la actual situación y respondiendo al clamor social existente, instan a las instituciones vascas implicadas a que, en la medida de sus competencias, prohiban cualquier proyecto de extracción de gas a través de la técnica del fracking y que incluyan su prohibición expresa en cuantas leyes sean necesarias". Con este texto, ayer las Juntas Generales de Álava se posicionaron contra el fracking tras una labor de pasillos que permitió sumar al consenso al PSE, promotor de la fracturación hidráulica desde el anterior Gobierno Vasco y que ayer, con su voto favorable, se sumó a la posición mayoritaria del propio PSOE, que en Burgos, por ejemplo, es muy crítico con la aplicación de esta técnica.
La moción transaccional aprobada la cocinaron los partidos tras la presentación por parte de Bildu de un texto que pedía la declaración de Álava como territorio libre de fracking, como ya lo son buena parte de sus ayuntamientos.
Tan solo faltó el voto favorable del PP, que rechaza la prohibición expresa de la fracturación hidráulica hasta que no haya investigaciones más profundas sobre esta técnica, y ante la perspectiva de que pueda suponer un empujón al desarrollo económico de Álava. Los socialistas, por su parte, planteaban la declaración de una moratoria de tres años a los sondeos en el territorio, aunque finalmente aceptaron compartir con Bildu, PNV y EB un texto que traslada a los poderes públicos la preocupación social de un territorio donde en octubre salieron a la calle más de 12.000 personas en protesta contra el proyecto del Gran Enara.