amurrio. La solarigrafía es una técnica fotográfica muy reciente, ya que nació a finales del año 2000 en Polonia.

Lo cierto es que tuve conocimiento de casualidad, a raíz de un taller que impartió en Vitoria Diego López Calvin hace tres años. Me habló de él un amigo fotógrafo, Endika Portillo, que me mostró en qué consistía. Básicamente en hacer pruebas con una cámara estenopeica, que elaboró a partir de un antiguo envase de carrete fotográfico. La imagen resultante me impresionó de tal modo que me puse inmediatamente a investigar el tema. Desde entonces he hecho pruebas por todo el Valle de Ayala, pero pienso abrir el proyecto a toda Euskadi. En estos momentos, tengo colocadas una treintena de cámaras por toda la comarca, siempre llevo dos preparadas en el coche para instalar.

Su colega elaboró una cámara estenopeica con un envase de carrete fotográfico.

Si, fue una prueba para enseñarme. Yo ahora fabrico las cámaras con latas de refrescos, es algo muy rudimentario al alcance de cualquiera. Siempre llevo conmigo mi costurero, con tijeras, punzón y cinta aislante: desmontas la lata y le haces un agujero de 0,20 milímetros para que pase la luz; el resto se cubre de cinta aislante para que no le entre el agua, tras colocar en el interior un papel fotográfico. Después se coloca, orientada siempre al sur y se deja entre tres meses y un año. Pasado el tiempo de exposición se extrae el papel y escanea. No admite revelado con productos químicos, porque ha estado expuesto tanto tiempo que se estropearía. Luego, del escaneado se saca un negativo y de éste la imagen. Y las rayas tipo arcoíris que se ven nos relatan el tránsito solar, es algo increíble.

¿Cómo se le ocurrió llevar esta técnica a las escuelas?

Realizaba un proyecto para la Escuela de Artes y Oficios de Vitoria y, como también imparto cursos de fotografía, me pareció interesante ofrecer a la ikastola Etxaurren un taller sobre el funcionamiento de la cámara oscura a través de esta técnica, dada su sencillez. Así, los alumnos podrían participar de forma activa y despertar su interés por los rudimentos de la fotografía. El centro aceptó y participaron 36 escolares y dos profesores. De la ikastola salieron 38 cámaras y regresaron 26 a los seis meses, algunas fallaron y otros, por curiosidad, abrieron la cámara y velaron la imagen. El resto las editamos, y el resultado fue tan asombroso que decidimos montar una exposición.

La muestra llegará a La Casona de Amurrio y viajará a Vitoria el 8 de marzo. ¿Qué se va a encontrar el público?

Un total de 35 solarigrafías tomadas entre mayo y noviembre de 2011 por todo el Valle de Ayala. La mayor parte son paisajes, por lógica, ya que es imposible que una persona se quede quieta delante de una cámara durante seis meses. Los hay de Quejana, Sojo, Zuaza, Luiaondo, Angulo, Añes, Beotegi, Menagarai, la ermita de Etxaurren, baserris de Menoio, el apeadero de tren Iparralde... Incluso hay una colocada en el interior de un vehículo, y otras que han quedado preciosas por la acción del óxido al haber estado a la intemperie.

Comprobado el éxito, ¿va a impartir este taller en algún otro centro?

Me lo ha propuesto una ikastola de Leioa, pero aún no les he dado una respuesta. Lo que sí es seguro es que seguiré toda mi vida captando solarigrafías. Me apasionan.