Londres. La compañía petrolera British Petroleum (BP) ha admitido su culpabilidad por el vertido que se produjo en 2010 en la plataforma Deepwater Horizon, en el Golfo de México, y ha accedido a pagar 4.500 millones de dólares (unos 3.500 millones de euros) que se sumarán a las decenas de miles de millones ya dedicados a responder al desastre.
La compañía ha anunciado que ha alcanzado un acuerdo con el Gobierno de Estados Unidos que, a falta del visto bueno definitivo de un juez, supondrá la resolución de todos los cargos que pesaban contra BP y de las reclamaciones económicas planteadas por las autoridades federales. El desastre de la plataforma Deepwater Horizon causó la muerte de once trabajadores y el vertido de millones de barriles de crudo en el Golfo de México durante 87 días.
La petrolera ha accedido a declararse culpable de once cargos de delito grave por negligencia relativos a la muerte de once trabajadores de la plataforma. Además, admitirá otros tres delitos por la contaminación del agua y de las especies de la zona y por obstrucción al Congreso.
Este reconocimiento de culpa supondrá, en cifras, el pago adicional a las autoridades federales de 4.500 millones de dólares, 3.500 millones de euros, de los cuales casi 100 millones de euros son en concepto de multa, considerada la más alta de la historia judicial norteamericana. El pago se realizará a plazos durante un periodo de cinco años. Al margen del compromiso económico, BP también ha accedido a adoptar medidas adicionales para mejorar la seguridad de sus instalaciones, que deberán someterse a análisis externos y contar con mejores equipos y protocolos de respuesta en caso de accidentes. El consejero delegado de BP, Bob Dudley, ha vuelto a lamentar las muertes y el desastre medioambiental producido por la explosión de la plataforma y ha pedido disculpas.