Madrid. El número definitivo de víctimas mortales en accidentes de tráfico ascendió en 2011 a 2.060 personas después de contabilizar los fallecidos en el momento del siniestro o en los treinta días posteriores al mismo tanto en casco urbano como en carretera, 581 más del balance provisional hecho público en enero.
Así lo detalló ayer la directora de Tráfico, María Seguí, en la Comisión de Seguridad Vial del Congreso de los Diputados en el que destacó que la cifra de siniestralidad del pasado año supone un descenso del 13% con respecto a 2010. Seguí ofreció ayer el balance de siniestralidad completo tras computar el número de fallecidos en carretera un mes después de ocurrir el accidente y no con las cifras habituales de víctimas mortales a 24 horas del siniestro y que excluyen a los fallecidos en zona urbana y a los que mueren días después.
La citada cifra definitiva, con datos de defunciones del Instituto Nacional de Estadística (INE) y centros hospitalarios, supone 581 víctimas más que el balance provisional ofrecido el pasado mes de enero que era de 1.479 y suponía que por primera vez desde hace cincuenta años la siniestralidad en las carreteras no había superado los 1.500 fallecidos. El perfil de las víctimas de tráfico durante el año pasado fue el de un hombre de más de 45 años que pierde la vida en siniestros que se producen por salida en vías interurbanas o carreteras convencionales, mayoritariamente de lunes a viernes, en horario laboral y de septiembre a junio. La directora de Tráfico se ha comprometido a "poner más atención" en los desplazamientos laborales, al tiempo que se ha congratulado que "salvo alguna contada excepción", las cifras ponen de relieve un descenso general con respecto a 2010 de fallecidos, heridos y número de accidentes en todos los horarios y tipos de vías.
De las 2.060 fallecidos, 1.603 personas perdieron la vida en siniestros en carreteras y 457 en vías urbanas.