vitoria. La aprobación del plan Mugarri de gestión integral de la generación de energía en Álava, que logró un importante respaldo en las Juntas Generales y que pretendía elevar de forma notable el nivel de autoabastecimiento del territorio, no se ha quedado guardado en un cajón. Fruto de ese consenso que cosechó el documento, elaborado por expertos alemanes para la Diputación durante la pasada legislatura, el documento sigue siendo válido para el actual equipo de Gobierno foral.

Según explicó ayer el diputado de Agricultura, Borja Monje, en 2013, con un escenario generalizado de recortes, la institución foral mantendrá la dotación presupuestaria para el desarrollo de este plan basado en la eficiencia energética y en la combinación de diferentes fuentes de energía, con un especial peso de las renovables, y en concreto de la biomasa. En principio la partida se mantendrá o se elevará ligeramente para financiar proyectos como el que pretende desarrollar Kuartango.

"La Diputación cree firmemente en la biomasa y su desarrollo, la ve como una buena solución ante el encarecimiento de las energías convencionales, y aprovechando el magnífico marco que nos ofrece el plan Mugarri, cuyo periodo de vigencia es del 2010 al 2020, queremos fomentar este tipo de usos que favorecen tanto a los consumidores finales como al propio territorio, por cuanto supone una mejora sustancial en el aprovechamiento de la masa forestal", explicó en ese sentido Belén Echeverría, directora de Medio Ambiente y Urbanismo.

Echeverría recordó que, además, el uso de maleza y troncos pequeños para generar energía "propicia el mantenimiento del monte, con lo que se reducen los riesgos de incendio en épocas de sequía y en verano, y por otro lado los usuarios de esos montes podrán sacar un rendimiento económico" a un material que a día de hoy carece de valor comercial.

Echeverría insistió en que la Diputación, al margen de que el plan Mugarri contemple la aplicación en Álava de diferentes energías renovables, considera que "se debe apostar por la biomasa", una fuente con la que "los propietarios y los consumidores ven los beneficios a corto plazo; estamos hablando de incluso un 50% menos en la factura final".