MADRID. En declaraciones a la Cadena Ser, Jorge Morales ha asegurado que según los datos que tiene la empresa a la que representa, se vendieron 9.650 entradas y dentro del recinto había ese mismo número de personas, ya que, según ha dicho, "había un riguroso control de acceso" a través de una empresa que validaba las entradas para evitar duplicaciones y falsificaciones.

Según ha dicho, la empresa se basa en datos oficiales y no en los testimonios, "en algunos casos con espurios fines", que se han escuchado sobre gente que se "coló" en la fiesta o sobre la presencia de menores en la misma.

"No me consta que hubiera fallos en el control de acceso", ha insistido, antes de quitar toda responsabilidad a la empresa que representa, porque, según ha dicho, cumplió con "toda la normativa".

Ha repetido, en este sentido, que tanto la Delegación del Gobierno como el Ayuntamiento -propietario del recinto- dieron el visto bueno al plan de autoprotección del recinto y ha asegurado que había una dotación de más de 100 personas encargadas de la seguridad, además del refuerzo de Policía Municipal y Nacional que había fuera del local.

Por ello, ha dicho que la empresa organizadora no tiene ninguna responsabilidad en la tragedia, y ha pedido que se investigue de forma exhaustiva al individuo o individuos que "por su actuación proterva han generado el mal".

"Aún extremando las medidas y normas de seguridad, siempre puede haber alguien que, utilizando el disfraz, bajo anonimato, y previendo que puede haber una situación de estampida, genera ese mal deliberadamente", ha acusado.