VITORIA. En el seno de la Policía Municipal de la capital alavesa empieza a sonar rumores de cambios. Y no por nada, ya que no existe ningún tipo de de comunicación oficial al respecto. Es más, portavoces oficiales del Ayuntamiento gasteiztarra no dudan en responder que la normalidad es la pauta en el seno del cuerpo y de su funcionamiento. Sin embargo, hay evidencias que llevan a comentarios y comentarios que llevan a consultas. En ese contexto, ya han surgido los primeros temores ante una posible reestructuración del cuerpo y de unidades, como el GPA, de reciente creación. Tales perspectivas devienen de hechos significativos, como que los integrantes de la citada unidad de elite no se encargan de vigilar y patrullar aquellas zonas más conflictivas de la ciudad que, precisamente, fueron el leit motiv que animó al actual equipo de gobierno municipal a crear la unidad en sustitución de su predecesora, la UOS, ideada en la legislatura pasada por el anterior Gobierno local (PSE).
Tal circunstancia, desvelada por patrulleros de turno, está reflejada en los partes de trabajo de los agentes en el día a día de Aguirrelanda, tal y como indican fuentes policiales consultadas. En concreto, los citados portavoces resaltan que los integrantes del GPA (Grupo de Prevención y Apoyo) llevarían alrededor de un mes sin cubrir específicamente las zonas más conflictivas de la ciudad, como Coronación, Aldabe o Casco Viejo, barrios en los que debía prevenir la delincuencia y fomentar la seguridad ciudadana desde la proximidad. Al parecer, de tales menesteres se encargarían ahora agentes normales asignados a labores de seguridad ciudadana, que estarían sobre el terreno en sus turnos de cuatro o ocho horas, incluso "de plantón", con los vehículos estacionados en lugares concretos. Con ello, las labores específicas que se le encargaron al grupo especial de la Policía Municipal de Vitoria desde su creación podrían haber durado seis meses.
Labores de patrulleros Al parecer, en las últimas cuatro semanas, la carga de trabajo de la treintena de componentes del GPA ha cambiado considerablemente. Bajo mandato de la Jefatura se encargarían de realizar las labores de patrulleros tipo en otras zonas de la ciudad. "Para eso no hacen falta ni cursos específicos, ni hacer campañas de venta y marketing, como se han hecho desde el Consistorio", matizan desde el sindicato ErNE, Sindicato Independiente de la Policía Vasca.
Tales circunstancias, sin embargo, para el actual equipo de gobierno (PP) carecen de importancia. Consultados al respecto la pasada semana indicaron a este diario que los integrantes de la citada unidad de elite trabajan con normalidad.