Vitoria. El Gabinete de Maroto volvió a arremeter ayer contra los integrantes del Consejo Sectorial de Euskera, que el pasado jueves decidieron abandonar este órgano de participación por considerar que carecía ya de utilidad para trabajar por la normalización del uso del euskera en la ciudad.

Si a finales de la pasada semana era Ainhoa Domaica, ejerciendo de portavoz del Gobierno municipal, la que acusaba a los colectivos euskaltzales de "politizar" este instrumento, ayer fue el concejal de Servicios a la Ciudadanía, el también popular Alfredo Iturricha, y miembro a su vez de este Consejo de Euskera, quien censuró la actitud mantenida, la cual comparó con la que tiene "un niño de cuatro años". "Es una actitud de me enfado y no respiro, me parece una falta de respeto hacia mí, hacia los grupos políticos y hacia los técnicos que trabajan en él", afirmó cuando la oposición le preguntó sobre lo sucedido en el encuentro de la pasada semana.

PNV, PSE y Bildu, que ayer esperaban cierta autocrítica por parte del Ejecutivo de Javier Maroto, al que consideran responsable de la salida del movimiento euskaltzale del Consejo Sectorial del Euskera, uno órgano que lleva trabajando más de diez años mano a mano con el Ayuntamiento de la capital alavesa para establecer políticas lingüísticas en la ciudad, sólo se encontraron con la incomprensión del Partido Popular, que reiteró que la "espantada" del jueves se enmarca dentro de una estrategia premeditada en el marco de la campaña electoral.

Así, todos los grupos exigieron al Gobierno municipal que lleve a cabo una reflexión para recuperar la unidad que ha caracterizado al Ayuntamiento en todos los temas relacionados con el euskera. Desde el PSE, Maite Berrocal recordó que "toda esta trayectoria, el PP lo ha dinamitado en un sólo año", mientras que el jeltzale Iñaki Prusilla instó al alcalde de Vitoria a "reconducir la situación" y a hacer realidad lo que tantas veces a dicho en relación a que "el euskera no se toca". Por su parte, el portavoz de Bildu, Kike Fernández de Pinedo, denunció que lo sucedido demuestra el "déficit de participación" de los consejos sectoriales.

Los integrantes del Consejo Sectorial de Euskera ya venían adviertiendo desde hacía meses su malestar por la actitud demostrada por el Ejecutivo de Maroto, que tomaba decisiones en torno al euskera de forma unilateral. En concreto, denuncian los "continuos cambios" introducidos en el Plan de Promoción de Uso del Euskera, la mayoría de ellos sin consultarlos previamente con este órgano de participación. Asimismo, recuerdan que el presupuesto destinado a la promoción de la lengua vasca ha disminuido un 20% y que los últimos recortes se han ejecutado durante el verano, cuando el Consejo estaba de vacaciones. De ahí que la mayor parte de sus integrantes -IKA, AEK, Udaberria, Hegoalde, GEU, Zabalgana Batuz, Euskharan, Arabako Bertsozale Elkartea, Orhum Zine Forum y Euskal Herrian Euskaraz- hayan decidido finalmente "dar por agotado" este instrumento de participación.