Bilbao. Es muy probable que la Unidad de Biofísica de la UPV-EHU tenga asignado un papel protagonista en la próxima noticia positiva relacionada con enfermedades como el sida, la tuberculosis, la epilepsia o el Alzheimer, ya que este centro de investigadores creado por la Universidad del País Vasco y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) participa en diversos proyectos de investigación en torno a estos graves problemas sanitarios. Mientras llega ese momento, la Unidad de Biofísica, que cumple diez años en su sede actual, avanza en el desarrollo de una materia científica emergente y abre nuevos campos de investigación, muchos de ellos con aplicaciones médicas.

Este martes la Unidad de Biofísica, creada en 1999, celebra el décimo aniversario de la inauguración de sus actuales instalaciones en el Campus Universitario de Leioa, y lo hace presentando una trayectoria llena de hitos científicos -como el desarrollo de un método de ataque y de una vacuna contra el virus del sida y avances en el estudio del Alzheimer y el cáncer-, de colaboraciones en proyectos internacionales y un reconocimiento creciente que se traduce en numerosas publicaciones especializadas y el interés de científicos de prestigio por trabajar en el centro. Aunque el proyecto nació en 1999, la Unidad de Biofísica tomó cuerpo en octubre de 2002 con la inauguración del primer edificio de la Universidad pública vasca diseñado específicamente para la investigación. Esas instalaciones serán sustituidas a finales de 2013 por las del nuevo edificio de la Unidad, que se ubicará en el Parque Científico y Tecnológico de la UPV y contará con casi 12.000 metros cuadrados, de los que la mitad se destinarán a laboratorios.

Más investigadores En estos diez años de trabajo el número de investigadores de plantilla se ha duplicado, pasando de quince a treinta, pero el número total de personas que trabaja en la Unidad supera el centenar, ya que, como explica el director de la Unidad de Biofísica, Félix Goñi, "por cada científico de plantilla hay varios colaboradores y técnicos, estudiantes de doctorado y postdoc, además de personal administrativo".

Al repasar los principales logros de la Unidad, que es el único centro del Estado español dedicado en exclusiva a la Biofísica, el profesor Félix Goñi destaca los trabajos de investigación relacionados con el sida, el Alzheimer y la apoptosis, además de la construcción de un microscopio de fluorescencia de alta resolución que "ya está dando imágenes". "Estudiamos -explica- una especie de mecanismo que tienen las células para suicidarse, la apoptosis, de forma que si, por ejemplo, consiguiéramos convencer a las células cancerosas de que se suicidaran, eso estaría muy bien".

El director de la Unidad puntualiza que el trabajo de investigación que se realiza en el centro es ciencia básica cuyos resultados son aprovechados por otros en proyectos de ciencia aplicada que a menudo tienen que ver con la Biomedicina. De hecho, las investigaciones en torno al sida, el Alzheimer, el cáncer o la tuberculosis, entre otras, forman parte de proyectos internacionales. "El trabajo sobre sida se hace en colaboración con grupos canadienses y americanos, y está patrocinado, entre otros, por los institutos nacionales de la salud de Estados Unidos, algo que es muy difícil de conseguir: que den dinero a investigadores americanos es difícil y a los no americanos es casi imposible, aún así nuestro colega José Luis Nieva lo ha conseguido. El del Alzheimer es un proyecto europeo y el de la apoptosis también tiene colaboración de grupos americanos", apunta el director de la Unidad de Biofísica.

Ampliar áreas Pero la actividad investigadora es más amplia. Actualmente se trabaja también en una línea para reducir la prevalencia de la tuberculosis y "otras que tienen resultados experimentales muy buenos. Por ejemplo, una que estudia un tipo raro de epilepsia hereditaria. A eso se suman investigaciones que son ciencia básica y que de momento no tienen aplicación, como el estudio de estructura de proteínas", señala Félix Goñi. El máximo responsable de la Unidad explica que aunque desde su creación la mayor parte de los trabajos se han desarrollado en el campo del estudio de las membranas celulares, está previsto ampliar las áreas de investigación. "Vamos a ampliar nuestra actividad hacia otras ramas de la Biofísica -indica Goñi-. Seguiremos investigando sobre todo en el campo de las membranas, porque eso nos ha dado reconocimiento internacional, pero va a haber otras cosas". Dos de esos nuevos campos de actuación que se van a potenciar a partir del traslado al nuevo edificio son la Biología Estructural y la Biología Computacional.